Consignación

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La consignación es un tipo de convenio por el cual un vendedor (consignatario) se compromete a ofrecer al público las mercancías de otro agente (denominado consignante). Esto, a cambio del cobro de una comisión.

Es decir, mediante este tipo de acuerdo, el consignatario vende los productos del consignante, quedándose con una parte de esos ingresos.

Cabe señalar que la mercadería que no logra ser vendida por el consignatario en un plazo determinado debe ser devuelta al consignante.

Este tipo de contrato puede ser utilizado para comercializar distintos tipos de bienes como muebles, vestimenta, artículos de colección, entre otros.

La consignación es utilizada en el comercio internacional, permitiendo al exportador colocar sus productos en el mercado de destino. Sin embargo, debe tomar las precauciones en materia logística para que el producto no pierda valor mientras llega al consumidor final. Esto es particularmente importante en bienes perecederos como alimentos.

Ventajas de la consignación

Entre las ventajas de la consignación, destacan:

  • No se requiere un pago por adelantado por parte del consignatario al consignante.
  • El consignante recupera los productos que no se logran vender.
  • El consignatario puede pagar al consignante días o semanas después de realizada la venta.
  • Para el consignante, una ventaja es que este tipo de acuerdo funciona para crear un canal de venta de sus productos.

Desventajas de la consignación

Sin embargo, la consignación también tiene desventajas:

  • Para el consignante, una desventaja es la dependencia del vendedor para obtener ingresos pues, si no se registran ventas, no recibirá nada.
  • Otro punto es que el consignante podría optar por otros canales de venta para llegar a sus clientes y que pueden resultar más convenientes (por menores costes), como el comercio electrónico.
  • Para el consignatario una desventaja es quizás que, al no ser el fabricante del producto que vende, no conoce toda la información sobre dicha mercancía. Entonces, se podría ver perjudicado por el reclamo de un cliente, aunque no sea por su responsabilidad directa.

Ejemplo de consignación

Un ejemplo de consignación podría ser, por ejemplo, el de un fabricante de escritorios y sillas para oficina. Este entrega su mercancía a una tienda de muebles que tiene distintas sedes en la ciudad.

Ambas parte del acuerdo pactan que el consignatario (la tienda) se quedará con el 40% de las ventas de la mercadería, mientras que el resto irá al fabricante (consignante).

Parte del contrato de consignación es además que la tienda realizará los pagos respectivos y rendirá cuentas al consignante cada quince días.