Consignatario
El consignatario es quien recibe en consignación la mercadería de otra persona (natural o jurídica). Esto, con el objetivo de ofrecer esos productos al público, quedándose a cambio con una parte de las ventas efectuadas.
Es decir, el consignatario recibe los productos de un tercero, denominado consignante y si logra colocarlo en el mercado recibe una comisión.
El consignatario debe devolver la mercadería no vendida del consignante, terminado el plazo establecido.
Otro asunto a resaltar es que el consignatario no debe realizar ningún pago por adelantado al consignante. Es decir, solo está obligado a efectuar una contraprestación por las ventas concretadas.
Además, los pagos que debe efectuar el consignatario al consignante no son cada vez que realiza una venta, sino cada cierto tiempo, cada mes o semana, por ejemplo.
Ejemplo de consignatario
Imaginemos que, a través de un contrato de consignación, un fabricante de zapatos entrega su mercancía a una tienda de calzado que tiene distintas sedes en la ciudad.
Ambas parte del acuerdo acuerdan que el consignatario (la tienda) se quedará con el 45% de las ventas de la mercadería, mientras que el resto irá al fabricante (consignante).
Parte del contrato de consignación es además que la tienda realizará los pagos respectivos y rendirá cuentas al consignante cada veinte días.
Consignatario en el comercio internacional
En el comercio internacional, el consignatario es la persona (natural o jurídica) que figura como receptor de la mercancía. Esto, en los documentos oficiales de transporte.
Es decir, el consignatario tiene el derecho de reclamar un producto o un lote de artículos al llegar a su destino final. Así, ante las autoridades aduaneras, es el propietario del envío.
En el ámbito del comercio internacional, el consignatario puede ser también quien representa en los puertos al armador o la naviera. El primero es el dueño de un buque y el segundo es quien lo utiliza para la actividad comercial.
Así, el consignatario se encarga de los temas administrativos como el despacho de la mercancía, contratando quizás una empresa de carga, y la emisión de los documentos para que el destinatario pueda retirarla.