Colocador de deuda – Book runner

La figura del colocador de deuda participa en los mercados de capitales, y está muy bien valorada y recibida por los inversores institucionales. Entre sus múltiples funciones, están la de darle al emisor el mejor precio posible y una base inversora bien diversificada.

La labor de los colocadores (book runners) puede realizarse mediante tres formas:

• Método de libro de órdenes: En un libro de órdenes se van anotando las peticiones de los inversores.
• Método de aseguramiento: En este caso los bancos colocadores compran los bonos o acciones al emisor, para luego colocarlos entre los inversores. Por tanto, el riesgo es asumido por los bancos exponiéndose a las fluctuaciones del mercado (vendiendo más tarde en el mercado secundario a un precio superior) y el emisor en ese mismo instante cierra su financiación al precio pactado.
• Préstamo puente: cuando se utilizan los dos métodos anteriores.

En banca de inversión lo normal es que este proceso se lleve por un sindicato de bancos (varios bancos a la vez), para diversificar riesgos y llegar a una base inversora mayor. Son estos sindicatos los responsables (según el método utilizado) de la colocación de la deuda o las acciones. La figura del colocador frecuentemente asigna partes de la emisión a otros bancos para que lleven a cabo el proceso de atraer inversores.

Una vez que el inversor ha asignado a un banco o varios bancos como colocadores, éstos tienen el mandato para realizar reuniones, presentaciones, conferencias, etc, es decir, el roadshow.

Estas acciones que realizan los colocadores no son ni más ni menos que para captar inversores, ampliar la base inversora y dar a conocer la emisión. Cuanta más gente acuda a la emisión, habrá una mayor demanda y el precio será superior.