Cheque de pago diferido
Un cheque de pago diferido es una modalidad existente de cheque que se caracteriza por contar con una fecha de emisión o libramiento y una fecha de cobro establecida posteriormente.
El ordenante de dicho pago suele ser el titular de una cuenta corriente o de ahorro que emplea este mecanismo como pago por un bien o servicio.
A menudo también suele denominarse a este documento de pago como cheque diferido. Habitualmente la fecha de cobro señalada suele situarse en un año como máximo para que tenga validez el documento.
En este tipo de cheque, el portador tiene el derecho de recibir, por parte del banco donde lo canjee, la cantidad de dinero expresamente señalada en el mismo.
La utilización de un cheque de pago diferido supone, por lo tanto, una orden librada del titular de la cuenta ante su entidad bancaria. Esto, para que realice en la fecha de cobro esta transferencia de dinero al beneficiario del cheque.
En ese sentido, es estrictamente necesario que en dicho momento la cuenta en particular cuente con fondos suficientes para la realización del pago o, en su defecto, la posibilidad de efectuar el desembolso y dejar la cuenta al descubierto.
La principal ventaja que supone esta opción de pago diferida es que permite la transacción de estos documentos en el mercado de capitales. Es decir, estos cheques pueden ser comprados y vendidos, por lo que el beneficiario de los mismos será el poseedor o portador en cada momento.
La posibilidad de que este instrumento sea susceptible de ser comercializado en la bolsa de valores lo convierte en una frecuente herramienta de financiación bursátil.
Uso del cheque de pago diferido para financiamiento
Principalmente, a diferencia del cheque común, este es un instrumento beneficioso porque permite diferir pagos en el tiempo. Esto, sin tener necesariamente que incurrir en ellos en el momento de adquirir o contratar el bien o servicio relacionado con el pago.
Siguiendo esa línea, su uso es frecuente entre pymes, ya que les permite acceder a la compra de materias primas y otras provisiones. Así, pueden realizar inversiones y, posteriormente, aprovechar los beneficios de sus ventas para poder afrontar los pagos pendientes.