Capital natural

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El capital natural es el conjunto de activos que produce servicios ecosistémicos, los cuales sostienen la actividad socioeconómica de una población humana.

En Economía, el capital es uno de los principales factores de producción. El concepto de capital hace referencia al conjunto de activos que pueden ser usados para producir bienes y servicios múltiples.

Generalmente la medición del capital incluye bienes como las herramientas o equipo de trabajo, la maquinaria, los edificios, las vías de comunicación, etc. Dado que resulta casi imposible la suma entre estos distintos tipos de bienes, los economistas han optado por la valoración y agregación monetaria.

El concepto y la medición empírica del capital se ha extendido hacia la valoración económica de las habilidades del ser humano (capital humano), así como de los beneficios de la naturaleza (capital natural).

Daly Costanza y Herman Daly en su artículo “Natural Capital and Sustainable Development” (1992) definieron el capital natural como todo stock que genera un flujo de bienes y servicios naturales a lo largo del tiempo.

Este stock natural incluye las reservas minero-energéticas, la diversidad de plantas y animales en una región; así como la fertilidad del suelo, la disponibilidad de agua dulce, la calidad del aire, el mantenimiento de los ciclos biogeoquímicos (carbono, nitrógeno, etc.) y la estabilidad climática.

Cuantificación del capital natural

Según Gómez-Baggethun y de Groot (2007), los distintos enfoques utilizados para cuantificar el capital natural son:

  • Enfoques basados en preferencias humanas:
    • La percepción sociocultural recoge aspectos sociológicos como la identificación de una cultura o sociedad con el territorio (orografía e hidrografía) en donde habita.
    • La deliberación grupal apunta a una elección social que agregue las preferencias de la población. Se pueden tomar en cuenta a muchas personas, pero eso dificulta aún más la toma de decisión.
  • Enfoques basados en costes físicos:
    • Se mide la superficie terrestre o marina que se utilizará para distintos proyectos económicos con el fin de realizar una estimación de la cantidad de plantas y animales presentes en la zona.
    • La cuantificación del coste energético de los distintos procesos de producción, distribución y consumo ayuda a encontrar momentos en donde se da un gasto mayor de energía y se puede lograr un ahorro de la misma.
    • La aproximación al valor biogeofísico relaciona la ecología, biología y geología. Con distintas mediciones, los científicos están discutiendo si ya estamos en una nueva era geológica que se podría denominar como el Antropoceno o Capitaloceno.

Degradación del capital natural

En los últimos 50 años han habido diversos señalamientos que recalcan la insostenibilidad ambiental del sistema económico capitalista. Aquí no se entrará en discusiones de temas antropológicos, sociológicos, físico-químicos o geológicos; sino eminentemente económicos.

En el Reporte de Riqueza Inclusiva, elaborado por una agencia de la ONU, se encuentra que a pesar de que el capital manufacturado (como una variable proxy del PIB) ha venido incrementándose, el capital natural ha decrecido con el paso del tiempo.

Estos resultados indican y ponen de relieve un profundo problema: el crecimiento económico que se ha promovido durante muchas décadas ha deteriorado los recursos naturales. En algunas zonas del mundo está devastación es notable.

Las principales causas se deben a la sobreexplotación de recursos naturales, la expansión de la frontera agrícola-ganadera-pesquera, el uso recurrente de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas).

Las principales consecuencias son la erosión, la desertificación, la contaminación del agua y el aire, la pérdida acelerada de biodiversidad, el deshielo de glaciares, la elevación del nivel del mar y la alteración de los ciclos biogeoquímicos.

Por tales motivos, para muchas personas el panorama parece muy desalentador. No obstante, hay que destacar que los países miembros de las Naciones Unidas han hecho esfuerzos para ponerse de acuerdo en metas comunes. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible insisten en el cuidado de los ecosistemas terrestres y marinos, y, por tanto, en la conservación del capital natural.

Referencias

Gómez-Baggethun, E. y de Groot, R. (2007). Capital natural y funciones de los ecosistemas:
explorando las bases ecológicas de la economía. Ecosistemas. Vol. 3, pp. 4-14.