Calumnia

La calumnia se entiende como un delito contra el honor, esto significa que lo que se protege al castigar la calumnia es el honor de la persona. Aquello que se quiere proteger en un delito, se conoce como el bien jurídico protegido. Por tanto, en este caso el bien jurídico es el honor.

El honor se entiende como la fama de una persona, su reputación social. Aunque el honor es un término relativo y depende de la sensibilidad de la persona que se siente ofendida, de la situación del sujeto pasivo (quien recibe el delito) y de quien lo comete.

Se puede estudiar el honor desde dos puntos:

• Punto objetivo: Las cualidades de una persona que son necesarias para cumplir con el rol que representa en la sociedad.
• Punto subjetivo: Sentimiento que tiene sobre su prestigio cada persona, la propia estimación.

Los delitos se componen de un tipo objetivo, donde se encuentran: la acción o el resultado y un tipo subjetivo, donde se integran el dolo o el ánimo de lucro.

• Acción: Consiste en decir que otra persona ha realizado un delito que no ha realizado, es decir imputar un delito falsamente a otra persona. En el caso de que se pruebe que sí que ha cometido el delito, es decir, que no es una acusación falsa, no habrá pena.

Se debe tratar de una imputación de hechos concretos y que acusen a una persona determinada.

• Resultado: Menoscabar el honor de la persona a la que se le acusa de un delito falso.

En este delito solo se requiere dolo, esto significa que la persona debe saber que de lo que está acusando es algo que es falso. Es decir, que acuse sabiendo que menoscabará la percepción social de esa persona generando un rechazo social por ese delito que le acusa sabiendo que es falso. Debe tener un ánimo de deshonrar al sujeto pasivo.

El sujeto pasivo de la calumnia, quien aguanta este delito, puede ser tanto una persona física como jurídica.