Bono rembrandt
El bono rembrandt es como se conoce a los bonos emitidos en florines holandeses por emisores extranjeros.
Los bonos son instrumentos financieros con los que las grandes empresas y administraciones públicas materializan deuda, es decir, exponiéndose a la financiación exterior mediante la materialización de la entrega a sus prestamistas de un activo financiero.
Características del extinto bono rembrandt
Se denominó bono rembrandt por el nombre del artista de origen holandés, reconocido globálmente en el mundo de las artes. Lógicamente este tipo de bonos se emitía antes de la entrada en el euro de Holanda en el año 2002. Se emitían con un valor de 0.45 céntimos de euro por florín, que fue el cambio fijo establecido en el momento.
- Los bonos rembrandt estaban emitidos a largo plazo.
- Referidos en florines.
- Emitidos por diversas instituciones internacionales no residentes en Holanda y de reconocida solvencia, ya fueran empresas o instituciones públicas.
Una vez introducido el euro en ese país, la emisión pasó a ser en euros. Al igual que ocurrió con el resto de países de la eurozona. A su vez, la mayoría de países de Europa planteó en más de una ocasión la creación de eurobonos, que serían instrumentos de financiación con el respaldo de los países de la zona euro y el Banco Central Europeo.
El porqué del bono rembrandt
Muchos son los países e instituciones donde se suelen emitir bonos en diversas monedas con gran fortaleza o arraigo. Como podía ser la libra esterlina, dólar, marco alemán o en este caso el florín holandés. Se debe a que las compañías y los organismos internacionales necesitan financiación y divisas en diversas monedas. Este hecho favorecía la exposición de diversas monedas internacionales a los inversores.
A día de hoy, aún con el euro, el estado holandés y las empresas holandesas suelen tener una alta fiabilidad y robustez, hecho que hace acudir a los inversores, sobre todo en época de crisis como un valor refugio, tal y como solía ocurrir antes de la desaparición del florín.