Autoritarismo

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El autoritarismo es un sistema de gobierno, no democrático, en el que una persona o élite detenta el poder. Y en el que los derechos políticos y libertades civiles están ampliamente restringidos.

El autoritarismo es un tipo de régimen autocrático. Es decir, un régimen no democrático en el que el poder se concentra en una sola persona. En un sistema autoritario, pues es el dictador el que detenta el poder supremo, pero no quiere decir que su poder no tenga límites como en otros sistemas. El líder autoritario deja cierto pluralismo (muy limitado) y está bastante influenciado por los componentes de su gobierno.

También hay que decir que tienen un carácter conservador, ya que lo que busca es la paralización del régimen ante un posible cambio sustancial o radical. Por ello, la cultura y la sociedad no suelen variar mucho del régimen anterior al nuevo autoritario.

Características del autoritarismo

Juan José Linz, reputado sociólogo español, desarrolló el autoritarismo como sistema de gobierno. De su estudio se sacan las siguientes características:

  • Pluralismo limitado: No se erradica toda la oposición, sino que se permite un ligero pluralismo, pero nunca en contra del régimen.
  • Élite heterogénea: No domina un grupo concreto, hay una serie de élites diversas en las que se produce cierto equilibrio en la ostentación y ejecución del poder.
  • No hay ideología muy definida: Al contrario que sucede en los regímenes totalitarios, en el autoritarismo no hay una fuerte ideología. Los líderes tienen ciertas ideas y mentalidad de cómo tiene que ser el régimen y la sociedad, pero nada más.
  • Despolitización: Se mantiene un leve control ideológico sobre la población, que esta acata de forma pasiva. El partido no tiene mucho peso y es débil, puede crearse con anterioridad o solamente para dar cuerpo a las élites gobernantes.
  • Liderazgo limitado: El líder o élite no suele ser carismático, y el poder lo desarrolla dentro de unos límites no muy bien definidos pero sí bastante predecibles.

Tipos de autoritarismo

Linz también establece tres tipos principales de los regímenes autoritarios.

  • Régimen burocrático militar: La coalición de gobierno está compuesta por militares y burócratas. Está fuertemente desideologizado y desmovilizado. Tiene una alta presencia militar, pero también los tecnócratas y altos funcionarios tienen un gran peso. Ej: Chile de Pinochet, Grecia de Papadopoulos, etc.
  • Régimen  corporativista autoritario: La sociedad presenta una leve participación, a través de estructuras controladas por el régimen. Ej: Portugal de Salazar y la España de Franco.
  • Régimen de movilización en sociedades posdemocráticas: En estos regímenes, los gobernantes intentan que la sociedad se sienta partícipe del régimen y que apruebe y abrace la ideología del mismo. Compensan la falta de pluralidad con más participación, intentando así legitimarse. Ej: Egipto de Nasser y Turquía de Ataturk.

Autoritarismo franquista

Para ver con un ejemplo práctico los rasgos de un régimen autoritario, vamos a usar el régimen de Franco que se desarrolló en España entre 1939 y 1975. Describiendo las características anteriormente expuestas con el caso español.

  • Pluralismo limitado y élite heterogénea: Dentro del gobierno existían varias “familias” o grupo diferentes: monárquicos, falangistas, católicos, militares, etc. Había discrepancias entre ellos, pero siempre dentro de las pautas que marcaba el régimen.
  • No hay ideología bien definida: Al principio se observaba una clara predominancia fascista, pero con el paso de los años y la necesidad de adaptación del régimen para sobrevivir en una Europa cada vez más democratizada, el régimen se fue desideologizando. Aunque sí que primaban los valores católicos.
  • Despolitización: Se intentaba dejar a la población al margen de cualquier influencia política, excepto los valores tradicionales y católicos. El partido no tenía gran peso. Incluso el propio dictador aconsejaba a sus ministros dedicarse exclusivamente a sus tareas operativas, dejando de lado el plano político.
  • Liderazgo limitado: Franco, al contrario que otros líderes de su entorno, no tenía gran carisma, solamente estaba exaltado por sus seguidores más acérrimos y extremistas. Jugaba un papel de árbitro, dando y quitando poder a los componentes de su gobierno.