Auditoría social

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La auditoría social es la evaluación realizada en empresas o instituciones de todo
tipo respecto al efecto de sus acciones o proyectos sociales o de carácter ético sobre su
funcionamiento y sostenibilidad económica.

A menudo la auditoría social es un mecanismo para hacer balance que ponen en marcha las sociedades mercantiles o muchas organizaciones públicas acerca de su acción social dentro de su mapa de acción global.

En las últimas décadas, las empresas instituciones de todo el mundo han desarrollado un mayor interés por acompañar a su actividad económica principal de otros objetivos con un carácter ético y solidario mayor.

En otras palabras, se mide el impacto social de una empresa o un gobierno en el diálogo social y su contribución a la mejorar de las condiciones de vida en un determinado territorio.

La responsabilidad social corporativa

Fruto de ello fue el nacimiento de conceptos como la responsabilidad social corporativa.

Esta tendencia funciona como punta de lanza del funcionamiento ético de las empresas y gobiernos en un mundo cada vez más globalizado y concienciado con causas solidarias y la protección del medio ambiente y la economía circular.

Dicho esto, causas comunes como la ecosostenibilidad son incluidas en otras modalidades como la auditoría medioambiental.

Los resultados obtenidos deben ser una presentación pública y transparente, que muestre imagen fiel y comprometida de la empresa que se autoevalúe de cara a la sociedad u otras instituciones.

Características de la auditoría social

Este tipo de auditoría cuenta con algunas peculiaridades que la diferencian de otras formas de auditar más pegadas al análisis tradicional de sociedades:

  • Evalúa la consecución de objetivos de la empresa a una serie de condiciones relacionados con distintas causas solidarias o sociales marcadas por los estatutos de la propia organización.
  • Al margen de las metas marcadas con antelación, también se examina la buena praxis y los procesos emprendidos para alcanzar las mismas. Es decir, se pone a prueba que la actividad sea desarrollada en todo momento de acuerdo a un comportamiento organizacional ético.
  • Su principio básico establece que toda acción corporativa debe regirse por la base de que rentabilidad y responsabilidad deben ser términos compatibles.
  • El resultado de su informe final debe plantear unos resultados. Estos deben definir si la acción social que acomete la empresa es eficaz o no.
  • Suele incluir una serie de medidas o iniciativas a futuro con el objetivo de mejorar los resultados y el efecto de la organización en aquellas acciones en que participa de manera solidaria.

La auditoría social en los últimos años

Este tipo de auditoría ha alcanzado una gran importancia y presencia en todo tipo de organizaciones a nivel global. De hecho, se ha convertido incluso en una herramienta para la ciudadanía con la que poder medir a sus instituciones.

Alternativamente, existen muchos otros compromisos éticos como la inclusión profesional de minorías culturales o étnicas, así como el potenciamiento del papel de la mujer en el mercado de trabajo y el plano social, político y económico.