Albert Hirschman
Nombre: Albert Hirschman
Albert Hirschman fue un economista alemán, conocido por ser pionero de la economía del desarrollo. A partir de su trabajo de campo en Latinoamérica, señaló la importancia de impulsar proyectos concretos en las comunidades.
Albert Hirschman (1915-2012) nació en Berlín, Alemania. Su vida estuvo marcada por la guerra. Cuando él era joven, Hitler llegó al poder y tuvo que emigrar hacia otros lugares. Estudió Economía en París, Londres y en Trieste realizó su doctorado.
Hirschman no se hacía grandes elucubraciones sobre la teoría económica, sino que quería entender las causas del caos político-económico europeo de esas décadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a los Aliados para combatir el avance fascista en Europa, llegando a ser miembro del ejército estadounidense.
Desde 1946 se vinculó a la Reserva Federal, donde estuvo involucrado en la financiación del Plan Marshall y la reconstrucción europea. En 1952, por temor a la purga macartista que ocurría en la Administración pública estadounidense, decidió emigrar a Colombia junto con su familia. De 1952 a 1954 trabajó como consejero de la Junta de Planificación Nacional y de 1954 a 1956 como asesor económico del gobierno en Bogotá.
Pionero de la economía del desarrollo
Aunque en esos primeros años de la posguerra se estaban publicando artículos y libros sobre el desarrollo económico, todavía la “economía del desarrollo” no era un campo de estudio bien definido. Así que Hirschman sería uno de los pioneros en la consolidación de este esta disciplina. Su vida y trabajo en América Latina alimentó su pensamiento innovador y produjo dos de sus principales obras.
En “La estrategia del desarrollo económico” (1958) señala que las regiones subdesarrolladas se mantienen en ese estado, no tanto por la pobreza en sí misma, sino porque que no hay mecanismos para hacer productivos los recursos que se tienen. Ello implica estimular oportunidades de desarrollo inexploradas. En resumen, una visión bottom-up, donde el desarrollo se construye con los proyectos concretos localizados en las comunidades.
Con “Viajes hacia el progreso” (1963) y “Proyectos de desarrollo observados” (1967) completaría una trilogía donde narraba la aventura del desarrollo como un viaje hacia un mundo mejor, a través de la formulación e implementación de diferentes políticas económicas en América Latina.
La experiencia de “trabajo de campo” reorientaría su carrera y lo llevaría a ser profesor de prestigiosas universidades estadounidenses: Yale (1956-1958), Columbia (1958-1964), Harvard (1964-1974) y Princeton (1974-1985, emérito desde 1985)
Crítica a la experticia internacional
Albert Hirschman tenía una visión crítica de los expertos internacionales (de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). En los países subdesarrollados se les veía como personas indispensables para el diseño y ejecución de los planes de desarrollo. Sin embargo, Hirschman observaba que ellos tenían un limitado conocimiento de las circunstancias locales. Ellos no conocían las oportunidades existentes y menos aún se animaban a explorar nuevas alternativas.
Para Hirschman era necesario poner mucha atención y cuidado a los aspectos microeconómicos. Consideraba que en los proyectos de inversión pública se debía involucrar el conocimiento, experiencias y expectativas de la población local; pues advertía que las propuestas de los “técnicos” no tendrían el éxito esperado, sin la participación y decisión de los ciudadanos.
Un científico social
Durante los años en que vivió en Latinoamérica, Hirschman se percató de la existencia de otro tipo de racionalidades, las cuales iban más allá de la “racionalidad económica”. En su libro “Las pasiones y los intereses: Argumentos políticos a favor del capitalismo antes de su triunfo” (1977) insistía en formas alternativas (más humanas y creativas) de pensar la economía y la política.
Los modelos matemáticos le parecían demasiado abstractos y mecánicos. En su búsqueda decidió profundizar en el comportamiento humano y se imbuyó en la filosofía y la psicología. En 1977 publicó “Salida, voz y lealtad” (1977), donde vinculaba la Economía y la Ciencia política, abriendo el estudio de las respuestas humanas a los cambios en entornos económicos, políticos y organizacionales.
Hasta edad muy avanzada continuó publicando textos donde abordaba el mundo social de manera diferente, de manera holística, como una interrelación entre el sistema económico, político y social.