Administración científica

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La administración científica se ocupa del estudio de las causas y efectos de los problemas que afectan a una organización. Para ello utiliza el conocimiento sistematizado y aplica los métodos científicos como la observación y la medición para mejorar la eficiencia de las organizaciones.

Efectivamente, la administración científica se inicia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Cuando los cambios que se presentaron sobre todo por el proceso de la Revolución industrial hicieron que los procesos en las empresas cambiaran radicalmente.

Sobre todo, los administradores se dieron cuenta que los conocimientos empíricos de la administración ya no eran suficientes para dar respuestas a los nuevos problemas que se presentaban. Surge entonces la corriente de la administración científica.

Claro que, lo que se buscaba era darle un enfoque científico a los problemas administrativos que enfrenta una organización. El enfoque científico surge concretamente a principios del siglo XX con los aportes de Frederick W. Taylor en los Estados Unidos. Su aporte principal fue el principio de la racionalización del trabajo.

Principales aportes de Frederick W. Taylor a la administración científica

Frederick W. Taylor es conocido como el padre de la administración científica, puesto que fue el primero en aportar las primeras contribuciones a esta escuela.

Sus principales aportes son:

  • Publicó la obra Principios de la Administración Científica en el año de 1911.
  • Plantea que la administración debe ser estudiada de manera científica y no empírica.
  • Establece la racionalización del trabajo mediante estudios de tiempos y movimientos.
  • Pone énfasis en la productividad del trabajo y propone que el trabajador debe ser remunerado en función de su productividad.
  • Propone mejores métodos para el desempeño laboral con la aplicación de métodos científicos en el trabajo.

Principios de la administración científica

Los principios de la administración científica propuestos por Taylor son:

1. El estudio y organización científica del trabajo

En primer lugar, este principio hace referencia a que los administradores deben reemplazar métodos de trabajo ineficientes, considerando los tiempos, las demoras, los movimientos, las operaciones realizadas y las herramientas utilizadas.

Por lo tanto, este proceso debe ser elaborado por un grupo de especialistas, los cuales serán responsables de la definición de los procesos operativos que resulten más eficientes y económicos. Se deberá establecer la cantidad de trabajo que debe realizar cada persona bajo condiciones óptimas. Mientras más productivo sea un trabajador deberá tener una mejor remuneración.

Cabe destacar, que este principio está relacionado con el proceso de la planeación, busca cambiar la improvisación por la planificación científica de los métodos de trabajo.

2. Selección y entrenamiento de los trabajadores

En segundo lugar, este principio pretende ubicar al trabajador más adecuado a cada tipo de trabajo. Para ello se deberá tomar en cuenta las capacidades del trabajador y proporcionar condiciones básicas de bienestar en el trabajo.

Es decir, se busca tener los requerimientos mínimos que debe poseer el trabajador para desempeñar una tarea con eficiencia. Esta selección deberá realizarse de forma sistemática, puesto que cuanto mejor preparado se encuentra una persona para realizar una tarea, más productiva será.

Naturalmente, se relaciona con el principio de la preparación científica de los trabajadores, lo que les ayudará a producir más y mejor. Se trata de seleccionar científicamente a los trabajadores de acuerdo con el método planificado.

3. Acción cooperativa entre directivos y operarios

En tercer lugar, este principio pretende que los intereses de los trabajadores y del empresario sean los mismos. Para lograrlo propone que la remuneración laboral se realice en función de la productividad del obrero. De manera que el trabajador que más produce gane más.

Esto implica que el trabajo y las responsabilidades se dividen de manera similar entre los dirigentes y los obreros. Para conseguirlo se requiere:

  • Remuneración por unidad de producción.
  • Superiores que capaciten a sus trabajadores en cada área de especialización.
  • División del trabajo de dirigentes y obreros.

Así mismo, esto se relaciona con el principio del control porque los superiores deben verificar que la ejecución de las tareas se realice de la mejor forma posible.

4. Responsabilidad y especialización de los superiores en la planificación del trabajo

Desde luego, los superiores realizan el trabajo mental y los obreros el trabajo manual, logrando la división y especialización del trabajo. La división del trabajo permite que las labores se realicen con mayor eficiencia. Se asignan las tareas para que se realicen de forma científica y disciplinada.

Ventajas de la administración científica

Entre las ventajas más importantes de la administración científica encontramos:

  • Se logra un mayor nivel de especialización en los puestos de trabajo.
  • El trabajo de cada obrero se realiza con mayor eficiencia.
  • Se logran mejores resultados con la aplicación de la división del trabajo.
  • Se establece la diferencia entre el trabajo mental y manual.
  • Aumenta la productividad, al remunerar al trabajador conforme a lo que produce.
  • Promueve el desarrollo personal de los trabajadores.

Desventajas de la administración científica

Las desventajas más importantes son las siguientes:

  • La línea de comunicación es descendente, por lo que los obreros no pueden aportar y opinar.
  • Se pierde la unidad de mando y genera conflicto en los obreros.
  • Se promueve el individualismo para maximizar la eficiencia.

En conclusión, podemos afirmar que la administración científica lo que establece es que se debe aplicar el método científico para resolver los problemas administrativos. Para Taylor lo más importante era aumentar la productividad del trabajo. Esto se lograba con la división y la especialización de las tareas. Pero sobre todo, utilizando incentivos salariales.