Actualización de balances

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La actualización de balances consiste en la revalorización de los elementos patrimoniales que forman parte del balance, con la intención de reflejar el valor real actual de dichos elementos, en función del aumento del coste de la vida derivado por la inflación o aumento de los precios.

Un balance refleja el valor contable de los elementos patrimoniales de una empresa. Este valor, habitualmente, consiste en el coste de adquisición del elemento, por lo que no varía con el paso de los años. Con la actualización de balances, se pretende que el balance refleje el valor real de los elementos patrimoniales de la empresa y no el coste de adquisición de los mismos.

Motivos de la actualización del balance

Uno de los principales objetivos del balance es reflejar una imagen fiel de la situación patrimonial de la empresa. Sin embargo, como hemos comentado anteriormente, lo más habitual es que los elementos del balance estén valorados  por la regla del coste de adquisición.

Pero puede darse el siguiente caso: un edificio adquirido hace quince años cuyo coste de adquisición fue de 150.000 € y su valor de mercado actual es de 250.000 €. En el balance este edificio aparece valorado por 150.000 €, pero su valor actual es de 250.000 €. Por lo tanto, el balance no está reflejando una imagen fiel de la situación patrimonial de la empresa. Con la actualización de balance se intenta paliar esto anterior.

Por otro lado, con la actualización de balances la situación patrimonial de la compañía se ve reforzada. Esto es así porque los elementos del balance aumentan de valor, por lo que el patrimonio neto de la compañía también aumenta de valor. Esto permite una doble mejora en la financiación de la compañía:

  • Mejora en la financiación interna de la compañía, debido a este aumento de valor del patrimonio neto.
  • Mejora en la financiación externa de la compañía, ya que un mejora en la situación patrimonial de la empresa también aumenta las garantías que se puedan ofrecer para la solicitud de financiación ajena y, por tanto, será más sencillo que las entidades financieras presten dinero a esta empresa.

Finalmente, el Estado también se suele beneficiar de esta actualización de balances. Es habitual que la revaloración de los elementos patrimoniales lleve asociado un impuesto o una carga tributaria, que suele ser más bajo que el impuesto sobre beneficios. En el ejemplo anterior del edificio, el coste de adquisición era de 150.000 € mientras que el valor actual es de 250.000 €, por lo que la revalorización es de 100.000 €. Es sobre estos 100.000 € sobre los que se pagaría el impuesto, siempre que el Estado lo prevea expresamente.

Cómo se lleva a cabo la actualización de balances

Por norma general, no se permite la actualización de balances de forma discrecional por parte de una compañía. Es el legislador de cada Estado el que, cada cierto tiempo (en función de la inflación durante ese periodo), permite la actualización de los balances.

En definitiva, una empresa no puede actualizar un balance cuando ella quiera. Es necesario que el legislador lo permita, mediante la publicación de una normativa de actualización de balances.