Activismo

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El activismo se puede definir como cualquier movimiento de tipo social, político, económico, ecológico o religioso que se produce con el fin de lograr un cambio.

Ciertamente, el activismo agrupa a un conjunto de personas que se reúnen para protestar ya sea en contra de algo o por el contrario porque se pronuncian a favor de algo.

Igualmente, son grupos bien organizados que pueden utilizar diferentes formas de protestar y son impulsados por diferentes causas para llevar a cabo sus actividades.

Además, las maneras más comunes como se manifiestan los activistas son las huelgas, las manifestaciones, el bloqueo de carreteras, la propuesta de leyes o proyectos y la presentación de conferencias sobre temas específicos.

Así mismo, en algunos casos estos movimientos pueden resultar peligrosos porque pueden degenerar en actos violentos, que, en lugar de ayudar, perjudican a la sociedad.

Ideas y objetivos que mueven el activismo

Por ello, lo que principalmente mueve a los activistas es la idea de que pueden lograr ciertos cambios en la realidad concreta de una sociedad. Por supuesto que esos cambios deben generar beneficios para la mayoría de sus habitantes y en el caso ideal para toda la sociedad.

De hecho, el activista se caracteriza por ser un ciudadano que se preocupa por su comunidad y por eso se involucra en estos movimientos para lograr alcanzar los objetivos que se proponen en favor de generar beneficios sociales.

En realidad, se encuentra preocupado por los problemas de una sociedad y propone soluciones para lograr los cambios, que darán la solución esperada.

Ejemplos de activistas en el mundo

Con todo esto, todo activismo independiente del tipo que sea tiene como característica común que impulsan un cambio importante dentro de la sociedad. Entre algunos de los ejemplos más relevantes mencionaremos varios.

Emeline Pankhust

Resulta que, en el año de 1889 se creó en Inglaterra La Women’s Franchise League, fundada por la inglesa Emeline Pankhurst. Emeline dirigió muchas manifestaciones y protestas en Inglaterra porque las mujeres no tenían derecho a votar.

Llegó a tomar medidas extremas como huelgas de hambre, pero finalmente el 2 de julio de 1928, se legalizó en Inglaterra el derecho al voto para la mujer.

Susan B. Anthony

También fue una defensora del derecho al voto por parte de la mujer, su acción activista la realizó en los Estados Unidos. En el año de 1852 se unió al movimiento las sufragistas, haciendo ponencias para defender los derechos de la mujer para poder votar, tener derecho de poseer bienes y ganancias. De igual forma luchó por los derechos laborales de la mujer.

Finalmente, en 18 de agosto de 1920 las mujeres estadounidenses obtuvieron el derecho para poder ejercer su voto.

Martin Luther King

En cambio, Martin Luther King fue un activista de los Estados Unidos que, luchó por los derechos civiles de las personas afroamericanas, realizando manifestaciones pacíficas, especialmente durante la década de 1950 a 1960.

Su causa de lucha era contra la discriminación racial en los Estados Unidos su discurso más importante fue “Yo tengo un sueño”. Recibió el premio nobel de la paz el 14 de octubre de 1964.

Nelson Mandela

De manera similar, Nelson Mandela es recordado por su actuación de activismo en Sudáfrica, luchó contra el apartheid, estuvo encarcelado por salir de su país sin el permiso correspondiente y fue acusado de incitar a movimientos de huelga.

Es por ello por lo que fue condenado a cadena perpetua, ahí escribió su discurso “Desde el banquillo” en el año de 1964. Donde manifestaba el sueño de una sociedad democrática, donde negros y blancos pudieran vivir armónicamente y con igualdad de oportunidades.

Fue elegido democráticamente como presidente el 10 de mayo de 1994, gobernó durante 27 años.

El movimiento ambiental

Surgió en 1969, tras producirse un derrame de petróleo en Santa Bárbara en los Estados Unidos. Es un movimiento que logró que en 1970 se promulgara la ley de Política Ambiental Nacional.

Igualmente, en 1970 surgió el día de la tierra y nació la Agencia de Protección Ambiental. Desde ese momento se generan leyes para proteger los ecosistemas, para que se preserven las especies y para que se busque la sostenibilidad ambiental.

Para concluir, podemos decir que el activismo puede generar efectos positivos y cambios en las sociedades que enfrentan algún tipo de problema económico, social, político, religioso o ecológico.

Sin embargo, las acciones de los activistas se deben dirigir de forma adecuada, porque llevadas al extremo podrían ocasionar problemas de violencia o lograr resultados que sólo beneficien a un grupo de la sociedad en detrimento de los derechos de los demás.