Definición de virus informático
Durante muchas décadas, el concepto de virus refirió al organismo formado por ácidos nucleicos y proteínas que dispone de la capacidad de desarrollar su reproducción en el interior de ciertas células. Actualmente dicha acepción sigue vigente, aunque también se le sumó otro sentido al término.
Hoy se denomina virus al software dañino que, una vez instalado en una computadora (ordenador), puede destruir los datos almacenados. Estos virus se conocen específicamente como virus informáticos.
Un virus informático entra en la categoría de malware: un software con fines maliciosos. Su objetivo es afectar el funcionamiento de la máquina sin que el usuario lo advierta o lo autorice. Por eso estos programas se “camuflan” detrás de una apariencia inofensiva: pueden ofrecerse como juegos, películas o música, por ejemplo, pero en realidad se trata de virus.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto que es importante establecer que los virus informáticos llegan a través de distintas vías. No obstante, lo habitual es que las infecciones que generan los mismos se produzcan a través de las redes sociales, diversos dispositivos como pendrives que estén infectados, las páginas de descargas, archivos adjuntos en correos electrónicos que no se hayan solicitado…
Además de todo lo expuesto, no podemos olvidarnos de que los virus informáticos se pueden clasificar en distintos grupos, entre los que destacan estos:
-Los gusanos, que se reproducen de manera automática y que lo que hacen es borrar información que tenemos en la RAM.
-El caballo de Troya, que se utiliza para referirse al virus que se confunde con un virus que se considera legal, pero que, al ejecutarse, provoca que se haga con el control absoluto del dispositivo.
-Los virus mutantes que, como su propio nombre indica, son los que se van transformando, van cambiando, para no poder ser detectados por el antivirus que se tiene instalado.
Supongamos que una persona descarga un archivo de un sitio de Internet, creyendo que se trata de una aplicación para editar fotografías. Sin embargo, el archivo en cuestión es un virus informático. De este modo, cuando el usuario ejecuta el archivo, el código del virus se aloja en la memoria RAM del equipo. A partir de entonces, el virus informático pasa a controlar las funciones esenciales del sistema operativo, infecta otros archivos ejecutables y se replica en el disco rígido (disco duro).
Los virus informáticos pueden borrar información, saturar una red, exhibir carteles molestos o apagar la computadora, entre otras posibilidades. Para proteger un equipo de infecciones y eliminar virus, existen los llamados antivirus, que son programas especialmente creados para combatir al software malicioso.
Para poder conseguir que nuestro ordenador, tablet o dispositivo similar se encuentre protegido de los virus informáticos se hace imprescindible llevar a cabo una serie de medidas básicas. Entre las mismas está tanto proceder a instalar el citado antivirus como hacer lo propio con un cortafuegos e incluso recurrir a un poco de sentido común. Con esto último nos referimos a no descargar nada que llegue de emails desconocidos, no entrar en páginas web que consideremos que pueden provocar una “infección”,…