Definición de versátil

Versátil es un adjetivo que procede del vocablo latino versatilis y que hace referencia a la capacidad de algo o alguien de adaptarse con rapidez y facilidad a distintas funciones. La versatilidad, por lo tanto, es una característica muy valorada.

Por ejemplo: “Necesitamos contratar a un jugador versátil que pueda desempeñarse en distintas posiciones dentro del campo de juego”, “Creo que soy un trabajador versátil que está en condiciones de ofrecer todo tipo de soluciones a la empresa”, “Lo que más me gusta de este bolso es que resulta muy versátil: puede utilizarlo durante el día cuando voy a trabajar o por las noches si decido salir a cenar”.

Un artículo versátil permite múltiples usos diferentes.

Un individuo versátil

Una persona versátil está en condiciones de responder ante distintos desafíos y de adaptarse a todo tipo de contextos.

Por este motivo, la versatilidad es un valor que los empleadores suelen tener en cuenta a la hora de contratar a alguien. En ocasiones prefieren prescindir de un especialista, que se desempeñe en una única área de la empresa, y optan, en cambio, por escoger a una persona que tenga la habilidad de desarrollar con éxito diversas tareas, independientemente de no destacarse en ningún sector en particular.

Versatilidad en el deporte

Algo similar ocurre en el deporte profesional. Los equipos suelen contar con jugadores que se especializan en alguna tarea o que sólo ocupan una posición en el campo de juego, pero en todo plantel (también llamado plantilla) existen varios deportistas versátiles.

En un equipo de fútbol, por mencionar un caso, un jugador que puede desempeñarse en tres o cuatro posiciones es muy útil ya que esto se traduce en la posibilidad de reemplazar a distintos compañeros.

La versatilidad suele ser un valor muy apreciado.

María Callas, una artista versátil

En la música, el término versátil es muy usado, sobre todo en el ámbito del canto, para referirse a aquellos intérpretes capacidad de hacer justicia a obras de variada temática o de épocas y estilos muy diversos. María Callas, para muchos la soprano por excelencia, fue un claro ejemplo de versatilidad, independientemente del daño que haya podido causar a sus cuerdas vocales: durante su intensa carrera, se puso en la piel de los personajes más oscuros y de los más alegres, probando desde Mozart hasta Puccini, pasando por Rossini y Verdi.

El caso de Callas excede las cuestiones físicas, las meramente vocales, dado que fue una gran actriz, capaz de imprimir en sus actuaciones una serie de emociones sin precedentes, elevando el plano actoral de la ópera, algo que hasta entonces no se había hecho a ese nivel. A pesar de haber recibido muchas críticas negativas desde el comienzo de su carrera, su legado es innegable cuando se observa a sus sucesoras, desde Joan Sutherland (una de las cantantes más destacadas de los últimos cien años) hasta las más jóvenes de la actualidad.

El aspecto negativo

Según se analice, la versatilidad no siempre representa una virtud. Hay quienes consideran que hacer muchas cosas acarrea un inevitable costo a nivel cualitativo; en otras palabras, que alguien capaz de desenvolverse en diversos campos no puede ser muy talentoso en ninguno de ellos. Sin embargo, la flexibilidad puede resultar beneficiosa dado que permite observar la vida desde muchas perspectivas, como si se adquiriese la experiencia de más de una persona a la vez, con el consiguiente enriquecimiento a nivel intelectual, el cual puede aprovecharse para mejorar un aspecto en particular.

Existen personas con múltiples talentos, que aprenden rápidamente conceptos aparentemente lejanos y que realizan actividades muy variadas con resultados satisfactorios. Continuando con lo expuesto en el párrafo anterior, esta versatilidad puede volverse en contra del sujeto, si no le permite enfocarse en un solo camino; en cambio, puede convertirse en un tesoro para él si a través de su paso por los diversos campos recoge la sabiduría necesaria como para mejorar en su vocación.

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