Definición de vacío existencial
Vacío es un concepto que procede del vocablo latino vacīvus. El término hace referencia a aquello que carece de contenido. Existencial, por su parte, es un adjetivo vinculado a la acción de existir (estar, poseer vida, pertenecer a la realidad).
La noción de vacío existencial se emplea para nombrar a una sensación que tienen las personas en determinados contextos. Para los filósofos, esta idea forma parte de la condición humana ya que es inherente a la experiencia vital de las personas.
Un ser humano experimenta un vacío existencial cuando no le encuentra sentido a su vida. De este modo, se siente alienado. El vacío existencial puede derivar en el desarrollo de depresión y de otros trastornos psicológicos.
La persona con vacío existencial se aburre con frecuencia, es pesimista y padece de apatía. No encuentra nada que le genera entusiasmo o que le provoque alegría: por el contrario, siente que no hay ningún objetivo que valga la pena.
Es importante tener en cuenta que, en determinadas situaciones, es normal que un sujeto sienta un vacío. Eso sucede, por ejemplo, cuando se muda o cuando sufre la muerte de un familiar. Si dicha sensación de vacío se extiende en el tiempo, puede hablarse de un vacío existencial debido a que la persona no logró “llenar” ese espacio con otra motivación o emoción.
Se considera que el citado vacío existencial se ha convertido en un “mal contemporáneo” pues son muchas las personas que lo sufren. Y es que vivimos en una sociedad donde hay numerosas situaciones que pueden provocarlo como son el ritmo estresante de vida que se lleva a cabo en las ciudades, los altos niveles de delincuencia, el que la sociedad apueste porque la única felicidad es ser alguien de éxito y respetado con una gran cuenta bancaria, que no se tiene tiempo para disfrutar de los seres queridos y de los hobbies….
Para poder conseguir dejar de lado esa sensación de vacío existencial se puede recurrir a un sinfín de herramientas y a acometer numerosas acciones, entre las que podemos destacar las siguientes:
-Marcarse nuevos objetivos en la vida, pues eso despertará las energías y la ilusión, las ganas de seguir adelante.
-Saber aceptar la realidad que existe.
-Encontrar más tiempo para poder realizar todo aquello que apetece y que gusta.
-Reflexionar acerca de todo lo bueno y positivo que se tiene en la vida.
-Intentar encontrar la causa del problema para poder darle una solución o, al menos, para poder asimilarla de la forma correcta.
-Dejar de compararse con otras personas.
-Establecer las propias normas y no dejarse presionar por las normas que imponga la sociedad.
-Pedir ayuda si se considera necesario.
Otra manera de dejar atrás ese vacío puede ser confiar en el conocido método del filósofo sueco Peter Wessel, que se da en llamar “El último Mesías” y que se sustenta en eliminar cualquier pensamiento negativo, distraerse, realizar actividades creativas…
Otro aspecto a considerar es que el vacío no se interpreta de la misma forma en la cultura occidental y en la cultura oriental. Mientras que, para el mundo occidental, el vacío se vincula a la depresión, para los orientales puede asociarse a un estado superior donde el ser humano se siente realizado: no hay nada que lo perturbe.