Definición de turismo aventura

El conjunto de actividades que las personas desarrollan durante sus viajes y estancias en lugares que son distintos a los de su entorno habitual se conoce como turismo. El ocio, los negocios y la salud son algunas de las motivaciones que pueden llevar a un sujeto a concretar una actividad turística.

Antes de proceder a determinar el significado del término turismo de aventura, hay que establecer cuál es el origen etimológico de las dos principales palabras que lo conforman. En este sentido hay que decir que ambas emanan del latín:
• Turismo deriva del vocablo latino “tornus”, que puede traducirse como “movimiento o vuelta”.
• Aventura, por su parte, emana del latín “adventura”, que es equivalente a “las cosas que han de llegar”.

Aventura, por su parte, es un suceso extraño, una contingencia o una empresa riesgosa de resultado incierto.

Estos dos conceptos nos permiten acercarnos a la noción de turismo aventura. Se trata de la actividad turística que implica un viaje hacia un área remota o que incluye un plan donde pueden acontecer hechos inesperados. Puede decirse que el turismo aventura o turismo de aventura es un tipo de turismo, como el turismo cultural o el turismo ecológico.

La forma más sencilla de comprender al turismo aventura es por oposición al turismo convencional. Si la mayoría de los viajeros tiende a visitar grandes ciudades o a descansar en la playa, los turistas de aventura apuestan por vacaciones más activas, que incluyan deportes de riesgo o exploraciones en la naturaleza.

Existen una gran variedad de propuestas a la hora de practicar lo que es turismo de aventura. Sin embargo, entre las alternativas más frecuentes al respecto se encuentran el cicloturismo, el turismo rural o el senderismo. Esta última actividad es, sin lugar a dudas, una de las que más protagonismo y desarrollo está teniendo en los últimos años debido a que conjuga tres aspectos: cultura, deporte y medio ambiente.

Muchas son las poblaciones del mundo que ya ofrecen a sus visitantes interesantes rutas senderistas. De esta manera, consiguen atraparles y hacerles, al mismo tiempo, conocer rincones de inigualable belleza natural que cuentan con unas características y peculiaridades únicas.

En el caso del turismo rural, hay que destacar que también suele de ser de aventura porque permite llevar a cabo actividades tales rutas en quad, recorridos en vehículos todo terreno e incluso senderismo.

La combinación de trekking o excursionismo con camping (alojamiento en una tienda de campaña o carpa) es una modalidad de turismo aventura. Otras opciones incluyen actividades como rafting, surf, cabalgatas o montañismo.

Hay que destacar que, en ocasiones, suele confundirse lo que es turismo de aventura con deportes de aventura. No obstante, en ese sentido la diferencia es muy clara: para poder llevar a cabo la segunda actividad citada se hace necesario tener experiencia y formación en la misma mientras que para la primera no.

Es decir, es importante tener en cuenta que el turismo aventura busca el ocio, a diferencia del deporte de aventura que tiende a la competencia y que requiere de un entrenamiento más exigente.

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