Definición de trófico
La raíz etimológica de trófico se halla en el vocablo griego trophós, que puede traducirse como “alimenticio”. Este adjetivo se emplea para aludir a aquello vinculado a la nutrición (el acto y el resultado de nutrir).
Antes de avanzar, por lo tanto, es importante saber en qué consiste nutrir. Así se denomina al proceso que permite, a través del alimento, incrementar la sustancia de un cuerpo. Gracias a la nutrición es posible reparar los sectores que se pierden debido a las acciones catabólicas.
Lo trófico, en definitiva, tiene que ver con estas cuestiones. Es habitual encontrarse con la noción de cadena trófica o cadena alimentaria, que se forma con las relaciones sucesivas que establecen los organismos al nutrirse unos de otros en un cierto orden.
La cadena trófica, en este marco, es una corriente de energía. Se produce una transferencia de nutrientes entre las especies que pertenecen a una comunidad biológica, donde cada una se alimenta de la especie que la precede y, a su vez, se convierte en el alimento de la especie que le sigue en la cadena.
Las cadenas tróficas, por otra parte, se entrelazan en una red trófica. Esta red se forma con las interacciones de las cadenas tróficas e implica la existencia de un flujo de energía que recorre un ecosistema.
Las especies que, según su turno o posición, se sitúan en un espacio equivalente de la cadena trófica comparten un mismo nivel trófico. Esto quiere decir que cada nivel trófico supone una determinada ubicación en la corriente energética y de nutrientes.