Definición de cuita

La noción de cuita tiene diferentes usos. La primera acepción mencionada en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia a un infortunio, una congoja o una labor.

Por ejemplo: “La cuita del muchacho comenzó cuando perdió su trabajo y poco después sufrió un accidente automovilístico que lo dejó inmovilizado durante un largo tiempo”, “No suelo amargarme por la cuita deportiva, me preocupa mucho más lo que sucede con mis seres queridos y con mis compatriotas”, “Las cuitas internas ya están debilitando a la coalición política que ejerce el gobierno desde hace apenas tres meses”.

Una cuita, en general, es algo que implica tristeza o preocupación. Puede vincularse a un hecho desafortunado, una circunstancia compleja o un enfrentamiento. Las cuitas, en este marco, son dolores o penas: “No soporto más esta cuita, estoy desesperado”, “Déjame ayudarte a sobrellevar tus cuitas”, “Lucrecia estuvo horas contándole sus cuitas a Fabiola”.

Otro significado alude un deseo o un anhelo vehemente. La RAE, de todos modos, aclara que este tipo de uso ya no es habitual.

En países como Nicaragua, Honduras y Costa Rica, por otra parte, se denomina cuita al estiércol de las aves. En este caso, por lo tanto, el concepto se vincula al excremento de este tipo de animales que presentan plumas en el cuerpo y tienen alas.

Por extensión, en zonas de México se utiliza la idea de cuita respecto a cualquier clase de excremento, incluso de seres humanos. Se trata de un término vulgar, que no se emplea en un ámbito formal.

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