Definición de triunfo
La etimología de triunfo nos lleva a la lengua latina, más precisamente al vocablo triumphus. Triunfo es el acto y el resultado de triunfar (alcanzar el éxito o lograr la victoria).
Por ejemplo: “Luis Suárez selló el triunfo del seleccionado uruguayo al marcar el segundo gol del partido a los noventa minutos de juego”, “Haber llegado a la tercera ronda del torneo es un triunfo”, “Encontrar un lugar para estacionar en esta avenida es un verdadero triunfo”.
La idea de triunfo suele aparecer en el plano de los deportes. Tomemos el caso de la Copa Mundial de Fútbol de 2014. En la final de dicho torneo, Alemania se impuso a Argentina por 1 a 0. Por lo tanto, puede decirse que el conjunto alemán consiguió el triunfo en dicho encuentro.
La contrapartida del triunfo es la derrota. Retomando el ejemplo anterior, Alemania logró el triunfo y le propinó una derrota a Argentina. Es decir: Alemania resultó triunfador y el equipo argentino terminó derrotado.
Más allá del deporte, cuando una persona o una organización cumplen con sus objetivos también se habla de triunfo. Un hombre que logró escalar una montaña puede considerar que dicha hazaña es un triunfo. Lo mismo puede pensar el gerente de una empresa que logró exportar sus productos por primera vez a un mercado importante.
En la época del Imperio Romano, se llamaba triunfo a la ceremonia que se realizaba en honor al general cuyo ejército resultaba vencedor en una guerra. Las obras artísticas que representan dichas celebraciones también reciben el nombre de triunfo.
Como nombre propio, Triunfo fue una revista que se publicó durante 36 años en España. La fundó en 1946 José Ángel Ezcurra en Valencia, y asumió el rol de director hasta el día de su cierre. Durante los primeros números, la revista se enfocó en el mundo del espectáculo, con críticas de cine y teatro, aunque más tarde también abordó la política (en un principio la exterior, dada la censura, pero más tarde también la nacional), la economía y la cultura. Su contenido hizo que el equipo periodístico sufriera muchos secuestros y que se viera obligado a pagar multas en más de una ocasión.
París es una de las ciudades más visitadas cada año por turistas de muchas partes del mundo, en gran parte por su cultura y por sus monumentos. Si bien la Torre Eiffel es el icono que la representa con más frecuencia, no debemos olvidar que su Arco del Triunfo no tiene nada que envidiarle. Con respecto a su historia, Napoleón ordenó que la construyeran en el año 1806, cuando había concluido la batalla de Austerlitz, y el trabajo tomó tres décadas, por lo cual concluyó durante el reinado de Louis Philippe I. El nombre del arquitecto a cargo de este impactante monumento es Jean-François Chalgrin.
El Arco del Triunfo de París mide 50 metros de altura y su base es de 45 por 22 metros. A lo largo de la historia, ha sido protagonista de diversos momentos memorables, como ser el traslado de los restos de Napoleón, en el año 1840, y los desfiles militares que tuvieron lugar en cada una de las dos guerras mundiales.
La base del Arco del Triunfo contiene la Tumba del Soldado Desconocido; este monumento fue construido en 1921 y se caracteriza por tener una llama siempre ardiendo, en honor a los ciudadanos que perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial y que no pudieron ser identificados. Por otro lado, en los pilares se encuentran los nombres de las batallas que los ejércitos napoleónicos ganaron, junto a los de centenares de generales, algunos de ellos subrayados para hacer alusión a su caída en el campo de batalla.