Definición de tiro libre
Tiro es el acto y el resultado de tirar: arrojar, lanzar o desechar algo. Libre, por su parte, es un adjetivo que se asocia a la libertad (la autonomía o la independencia). El concepto de tiro libre se emplea en el terreno de los deportes para referirse a una cierta jugada que se vincula a una clase de lanzamiento.
En el fútbol, el tiro libre permite reanudar el juego tras una falta sancionada por el juez. Supongamos que un defensor comete una infracción contra un delantero rival al golpearlo y el árbitro sanciona la falta. El equipo al que pertenece el jugador golpeado contará con un tiro libre a su favor; de este modo, cuando el juez lo indique, un futbolista del conjunto procederá a ejecutar el tiro libre que permitirá la reanudación del encuentro. El nombre que ha recibido esta jugada se debe a que los rivales sólo pueden ejercer una oposición al remate desde una distancia fijada por el reglamento, sin tener la posibilidad de acercarse más o de interrumpir el lanzamiento.
El fútbol también contempla tiros libres cuando un futbolista de campo toca la pelota (balón) con la mano o cuando un arquero (portero) hace lo mismo fuera de su propia área.
Cabe destacar que, de acuerdo al tipo de infracción, el tiro libre puede ser directo (el ejecutante puede patear directamente hacia el arco) o indirecto (la pelota debe ser tocada por al menos dos jugadores antes de ingresar al arco rival para que el gol sea válido).
El tiro libre también aparece en el básquetbol (o baloncesto). En este caso, el lanzamiento se realiza desde una línea marcada en el campo de juego, la cual se encuentra a 5,80 metros de la de fondo y a 4,60 de la estructura sobre la cual se inserta el cesto (el denominado tablero). Esta anotación vale un solo punto, pero eso no la vuelve menos importante que otros lanzamientos; de hecho, dado que a lo largo de un partido suele haber muchos tiros libres, su relevancia para el puntaje final es muy alta.
Por lo general, el tiro libre del baloncesto se indica como resultado de una sanción señalada por los árbitros, ya sea por faltas técnicas o personales. Se sabe que el porcentaje de probabilidades de anotación al realizar uno de estos lanzamientos es muy alto, tanto entre profesionales como aficionados, y esto se debe a la naturaleza «mecánica» del mismo: siempre se realiza desde el mismo punto de la pista, a la misma distancia de la canasta y sin contrincantes que intenten bloquearlo. Al no permitir el contraataque, no existen elementos impredecibles que puedan afectar la jugada, y por eso basta con practicar el tiro libre una y otra vez durante los entrenamientos para asegurar el éxito.
Esta oportunidad que el reglamento le concede a un jugador para que anote un punto sin la intervención del equipo contrario tiene, sin embargo, su letra pequeña; por ejemplo, el lanzamiento debe realizarse dentro de los 5 segundos desde que el árbitro le da el balón al jugador, y éste no puede pararse sobre la línea hasta que el balón haya tocado o atravesado el aro. Si sumamos esto a la presión que suelen vivir los deportistas en medio de un enfrentamiento abierto al público, el tiro libre no es precisamente un punto asegurado, sino que también exige una combinación de precisión y estabilidad emocional.
La forma más común de ejecutar el lanzamiento consiste en colocar los brazos por encima de la cabeza, arqueados de manera que el codo del brazo fuerte esté a la altura del rostro. Sin embargo, en el pasado era normal la técnica denominada cuchara: con los brazos extendidos hacia abajo y realizando un movimiento de rotación centrado en los hombros se lleva el balón hacia arriba.