Definición de tinción
Se denomina tinción al proceso y el resultado de teñir (otorgar un color a una cosa). El concepto deriva del vocablo latino tinctĭo.
Es importante destacar que el acto y la consecuencia de teñir también se conocen como tintura. De este modo, mientras que en el lenguaje coloquial suele emplearse la idea de tintura, en el campo de la química y de la medicina se prefiere el término tinción.
En este sentido, se llama tinción a una técnica que se emplea en los laboratorios con el objetivo de optimizar la visión de aquello que se observa a través de un microscopio. La tinción, de este modo, consiste en aplicar un colorante a una sustancia o un tejido para que resulte más simple detectarlo y analizarlo.
Con la tinción, es posible mejorar la definición de grupos de células o de fragmentos de tejido, por citar algunas opciones. También, mediante tinturas especiales, se puede medir la presencia de ciertas sustancias o elementos en un compuesto.
Cuando se tiñe un tejido vivo, se habla de tinción in vivo, supravital o vital. Esto permite observar reacciones químicas o características morfológicas de tejidos vivos mientras las células cumplen su función natural. Por lo general, el objetivo que buscan los científicos a través de este tipo de tinción es sacar a la luz ciertos datos acerca de la citoestructura (la conformación de la célula) que no podrían ser observados de otra forma, aunque también sirve para indicar la ubicación de un producto químico determinado, o bien de una reacción que ocurre en el interior de los tejidos o de las células.
Una de las características principales de la tinción in vivo es que los colorantes suelen usarse en soluciones altamente diluidas, con valores de concentración que van desde 1:5.000 a 1:50.000. Sin embargo, esto no siempre impide que la tinción sea tóxica para el organismo.
Se habla de tinción in vitro para definir la coloración de estructuras o células que ya no se encuentren en su contexto biológico. Por lo general, se combinan diversos colorantes para obtener resultados más detallados y precisos. Cuando esto se une a ciertos protocolos de preparación de muestras y de fijación, la ciencia es capaz de producir diagnósticos consistentes.
La clase de análisis deseada para cada caso en particular repercute en los pasos necesarios para llevar a cabo la tinción in vitro, y estos son tres: la fijación, que consiste en modificar las propiedades físicoquímicas de las proteínas de un tejido o célula para preservar al máximo su forma; la permeabilización, para disolver la membrana celular de manera que el colorante pueda penetrarla; el montaje, que busca incrementar la resistencia de una muestra para que no se destruya ni pierda su estructura original a lo largo del proceso.
También existe el concepto contratinción, que se refieren a la aplicación de una segunda tinción a una determinada preparación para volver visibles aquellas partes que no pudieron ser manchadas con la primera. La tinción, por otra parte, puede ser indirecta o directa de acuerdo a la interacción del colorante con el tejido.
Una de las tinciones más conocidas es la tinción de Gram, desarrollada por Christian Gram, que permite visualizar bacterias en las muestras clínicas. Las bacterias que reaccionan tornándose de color morado se denominan bacterias Gram positivas, mientras que aquellas que se vuelven rosadas se definen como bacterias Gram negativas.
La tinción de Wright, la tinción hematoxilina-eosina y la tinción argéntica son otras clases de tinciones que pueden emplearse.
Retomando el término contratinción, podemos observar un ejemplo de esta técnica cuando se aplica cristal violeta (un grupo de compuestos que suelen usarse como colorantes e indicadores de pH y que también se denomina violeta de genciana o violeta de metilo) a una muestra de bacterias para una tinción de Gram, ya que solamente las Gram positivas resultan manchadas; por esta razón se vuelve necesaria la aplicación de safranina, la cual afecta a todas las células y, por lo tanto, permite identificar las Gram negativas.