Definición de taiga
La taiga es el tipo de selva característico de Siberia y del norte de Rusia, que limita con la estepa (al sur) y la tundra (al norte). Este bioma está formado por coníferas y presenta un subsuelo helado. Salvo excepciones muy específicas, este término suele utilizarse como sinónimo de bosque boreal.
La taiga puede ser confundida con los bosques de coníferas o los bosques boreales rusos. En Canadá se habla de bosque boreal para nombrar a la región sur del ecosistema, dejando la noción de taiga para referirse sólo a la vegetación más próxima al Ártico.
La taiga es un ecosistema que, en general, resulta poco alterado por la acción humana ya que los suelos no son aptos para el desarrollo de la agricultura, y el clima exhibe condiciones extremas. La explotación maderera y la caza de mamíferos ocasionan los mayores perjuicios a este bioma.
La temperatura media de la taiga se sitúa entre los 0ºC y los 5ºC. El invierno, obviamente más frío, suele ser corto. Las precipitaciones en la taiga son escasas: entre 160 y 320 milímetros anuales. Es habitual que, por el clima, el agua permanezca helada durante varios meses.
En cuanto a la fauna, los animales predominantes en la taiga son el lobo, el zorro, el oso pardo, el reno y el alce. Las aves suelen migrar hacia latitudes más cálidas durante el invierno. Cabe destacar que muchos animales de la taiga hibernan durante varios meses. Las abundantes reservas de grasa y el denso pelaje facilitan la vida de los mamíferos en estas regiones de clima muy frío.
La taiga y el clima
Los numerosos debates acerca de la protección forestal giran en torno a lamentables cuadros de inmensos árboles desplomándose en zonas tropicales, pero en regiones templadas y de bajas temperaturas, los bosques también cumplen un rol fundamental para la conservación del clima.
La taiga representa más de un tercio de la superficie forestal de nuestro planeta, y alrededor del 60% de estos bosques se sitúa en suelo ruso; resulta alarmante saber que menos de un 3% de ellos goza de una protección efectiva. Por esta razón, la organización internacional denominada Red de Rescate de la Taiga hace lo posible por ayudar a los grupos ecologistas de Rusia en su lucha por impedir la tala indiscriminada y a gran escala. Cabe mencionar que muchos habitantes de las zonas cercanas a los bosques colaboran activamente y con el mero interés de preservar los bosques boreales.
Un informe de interés ecológico redactado por la Red de Rescate asegura que la taiga representa un elemento clave para el clima, que puede afectarlo directamente dada su sensibilidad a los cambios y su extensión.
En los países escandinavos y en Canadá, la taiga se ve amenazada por la industria de la madera y por la creciente urbanización de zonas verdes. La controvertida Greenpeace asegura estar trabajando desde hace varios años en el norte del continente americano y en Finlandia para frenar o, al menos, reducir el volumen de deforestación asociado a la producción de papel.
Los bosques boreales, en su estado natural, resultan beneficiosos para el almacenamiento de carbono y también son más resistentes al calentamiento global; cuando la acción del hombre elimina del bioma los árboles más fuertes, ocurre justo lo contrario, y el planeta entero sufre las consecuencias.
El problema más alarmante es el deshielo de la capa de suelo conocida como permafrost, que debería permanecer siempre congelada. Sobre ella se encuentra la mayor parte de los bosques boreales, y a lo largo de varios milenios ha almacenado gases de efecto invernadero que no deberían ser liberados a la atmósfera.