Definición de subtítulo
La primera acepción de subtítulo que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario refiere al título secundario que, en ocasiones, aparece luego del título principal. El concepto, de todos modos, tiene otro uso mucho más frecuente.
Generalmente al hablar de subtítulos se alude a la transcripción o la traducción escrita de un texto hablado, la cual se exhibe en el sector inferior de una pantalla. Este recurso es usado con asiduidad para facilitar la difusión de películas en el ámbito internacional.
Los filmes que se producen en Hollywood, por ejemplo, suelen desarrollarse en inglés. Esto quiere decir que los actores hablan en dicho idioma. Para que los espectadores de países donde no se habla esta lengua puedan comprender los diálogos y, de este modo, entender las historias, es habitual que se recurra a subtítulos. Así, las frases pronunciadas por los actores aparecen escritas y traducidas en la parte inferior de las imágenes.
Hay personas que prefieren disfrutar las películas en versiones dobladas: es decir, con las voces originales sustituidas por otras que se encargan de traducir los diálogos. Sin embargo, muchos cinéfilos optan por los subtítulos para apreciar las entonaciones y los matices reales.
Más allá de la traducción, los subtítulos pueden tener otras funciones y utilidades. Los individuos con alguna discapacidad auditiva los necesitan para leer aquello que no oyen, por citar una posibilidad. Si el grado de discapacidad es absoluto, es decir que se trata de una sordera, entonces los subtítulos son fundamentales.
Cabe señalar que en estos casos la utilidad de los subtítulos va mucho más allá de la transcripción de las líneas de diálogo, ya sean traducidas o en su idioma original: sirven también para señalar ruidos y sonidos del ambiente, como ser el viento, el impacto de un objeto que cae al suelo, una explosión que tiene lugar fuera de escena, el sonido de un timbre o incluso una canción que comienza a sonar de fondo, para lo cual también se suele incluir la letra a la vez que se subtitulan las conversaciones.
En Internet, es común que los videos incluyan subtítulos por si los usuarios no cuentan con sistema de audio o prefieren que el sonido no se emita desde su dispositivo. Además, con el surgimiento de nuevas tecnologías es cada vez más posible solicitar a los programas una transcripción en tiempo real de los diálogos. Esto se usa, por ejemplo, en la plataforma YouTube, que ofrece subtítulos generados por ordenador en el acto a varios idiomas. Si bien el sistema no es perfecto, ya que funciona mejor si las voces se oyen con claridad, puede resultar útil en varias situaciones.
En el ámbito de la ópera, por otra parte, también se usan los subtítulos para que el público pueda seguir la historia si no entiende el idioma de la obra. En este caso, cada teatro los puede tratar de forma diferente. En los más selectos, se ofrece una pantalla tras cada asiento donde se reproducen los subtítulos de forma individual, para cada cliente. Sin embargo, es más común proyectarlos en la parte superior del escenario, de manera que toda la audiencia pueda leerlos simultáneamente.
Si somos meticulosos, esta última implementación se opone a la etimología del propio término, ya que el prefijo sub- hace referencia a una posición inferior con respecto a la imagen. A raíz de esta inconsistencia, hay quienes prefieren llamarlos de otra manera, como ser «sobretítulos», un término que forma parte del diccionario de la Real Academia Española, donde hace referencia específicamente al texto de una obra teatral que se proyecta en una pantalla ubicada encima del escenario.