Definición de sodio
El químico inglés Humphry Davy (1778–1829) fue el descubridor del sodio y de otras sustancias que logró aislar a comienzos del siglo XVIII a través de la electrólisis. El término sodio procede del italiano soda y del latín sodium.
El sodio es el elemento químico cuyo número atómico es 11. Se trata de un metal de gran presencia en nuestro planeta, que es blando y blanco o plateado. Por lo general se lo encuentra como sal.
Entre las características del sodio, podemos mencionar que al estar en contacto con el oxígeno se oxida y que se trata de un metal de gran poder reactivo. En la naturaleza el sodio no está libre: se lo puede hallar, por ejemplo, en el mar aunque en forma iónica. El sodio y el agua forman un hidróxido.
Debido a su importancia para los procesos metabólicos, el sodio está considerado como un elemento indispensable para la vida. Este metal contribuye a transmitir los impulsos nerviosos, ayuda a que las membranas absorban nutrientes e incita la contracción de los músculos.
Existe una gran cantidad de compuestos que incluyen sodio y que tienen un uso extendido en la vida cotidiana. Uno de ellos es el cloruro de sodio (la sal de mesa), que se emplea para sazonar los alimentos. El bicarbonato de sodio (eleva masas y otras preparaciones gastronómicas) y el trifosfato de sodio (empleado para la producción de jabón) son otros compuestos de uso común.
En el ámbito de la nutrición, por algunas de las indicaciones que hemos planteado, el sodio es un elemento primordial. En concreto, se considera que ejerce unas funciones tan importantes como estas:
-Interviene en el proceso de contracción de los músculos, para conseguir que sea el idóneo.
-Procede a mantener lo que es el potencial de la membrana que ejerce una labor primordial en el transporte de nutrientes en el organismo, la función cardíaca o incluso el desarrollo de los impulsos nerviosos.
Precisamente por esas y otras acciones que lleva a cabo el sodio, los nutricionistas y médicos establecen que todos tenemos que contar con una dieta sana, completa y equilibrada donde el mismo esté presente en los niveles que resulta beneficioso. Por eso, además de la sal, establecen la necesidad de tomar otros alimentos que también lo poseen en cantidades generosas. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a los lácteos, los mariscos, ciertas verduras e incluso las carnes.
Asimismo hay que tener en consideración que las personas que cuentan con carencia de sodio van a tener que hacerle frente a serios problemas de salud, como son es la conocida como hiponatremia, que se identifica por el hecho de que la persona en cuestión cuenta con una concentración de sodio en sangre que es inferior a 135 mmol/l, que es lo normal. Esta situación pone en serio peligro la salud de aquella pues le provoca cuadros de deshidratación, náuseas, fuertes dolores de cabeza, desmayos, palpitaciones, vómitos, calambres en los músculos…
Cabe destacar que el símbolo del sodio es Na, que procede natrĭum (denominación latina de la soda o sosa).