Definición de septicemia

Septicemia es un concepto que procede de la lengua griega y que hace referencia, según su raíz etimológica, a una corrupción de la sangre. En concreto, podemos determinar que es un término que fue acuñado por el científico y médico francés Pierre-Adolphe Piorry (1794 – 1879). Lo formó a partir de tres componentes de la lengua griega:
-“Septo”, que puede traducirse como “yo pudro”.
-“Hema”, que es sinónimo de “sangre”.
-El sufijo “-ia”, que se usa para indicar acción y cualidad.

La septicemia, por lo tanto, es un trastorno de salud que se produce a partir de la irrupción de toxinas o patógenos en el flujo sanguíneo.

También conocida como sepsis, la septicemia es una respuesta del organismo a dicha presencia de toxinas o patógenos en la sangre. Puede entenderse como una reacción frente a la infección, desencadenada por el sistema inmunitario con un fin defensivo.

La septicemia suele ser provocada por bacterias. Al circular por los vasos, los infectan, algo que puede advertirse en la piel a partir de las manchas o marcas que generan. El organismo, ante esta situación, responde con una reacción inflamatoria no controlada que provoca diversos procesos y que incluso puede llevar a la muerte.

También es conocida por el nombre de bacteriemia con sepsis o toxemia y tienes tras de sí una larga lista de curiosidades o aspectos desconocidos, entre los que se encuentran los siguientes:
-Puede comenzar por algo tan aparentemente carente de importancia como un simple corte en un dedo.
-Se considera que llega a afectar a unos 20 millones de personas en todo el mundo cada año.
-Actualmente se ha llegado a afirmar, con las cifras en la mano, que resulta más mortal que el cáncer de próstata o el de mama.
-Se establece que viene a ser la principal infección en cuanto a número de muertes en todo el mundo.
-Por el momento, se ha hecho público que en los países más afectados por la septicemia se encuentran tanto Colombia como Brasil y Haití.

Los doctores consideran que hay una serie de señales que deben poner sobreaviso porque pueden indicar claramente que se sufre septicemia. En concreto, entre esas están dolores musculares, escalofríos frecuentes, aparición de manchas en la piel o decoloración de la misma, sensación de confusión, serias dificultades para poder hablar o incluso para respirar…

Entre las consecuencias de la septicemia, se encuentran la taquicardia, el incremento de la temperatura del cuerpo, la aparición de fiebre y la hipotensión. Si la septicemia persiste y se agrava, puede derivar en un choque séptico que cause el fallecimiento por una falla multiorgánica (fallan distintos órganos de manera simultánea).

Para tratar la septicemia, los médicos deben hallar y enfrentar el origen de la infección que derivó en el cuadro. Mientras tanto, tienen que trabajar para que el organismo consiga mantener sus funciones vitales. El uso de antibióticos para combatir la infección, el suministro de medicamentos para incrementar la presión sanguínea y la asistencia respiratoria mecánica son algunas de las medidas que pueden tomarse para revertir la septicemia.

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