Definición de salvamento
Lo primero que tenemos que hacer es establecer el origen etimológico del término salvamento que ahora nos ocupa. Al hacerlo descubriremos que emana del latín y más exactamente del verbo salvare, que a su vez proviene de salvus. Esta palabra puede traducirse como “sano o entero”.
Salvamento es la acción y efecto de salvar o salvarse (poner a resguardo, librar de un riesgo o peligro, asegurar). El concepto puede hacer referencia a un salvamento corporal o espiritual.
El salvamento del cuerpo, también conocido como socorrismo, refiere a la ayuda física que se brinda a alguien en situación de emergencia para permitir su supervivencia. Este salvamento puede ser proporcionado de manera espontánea por una o más personas, o de forma organizada por un servicio profesional (bomberos, paramédicos, protección civil, etc.).
Precisamente en esta línea tenemos que subrayar la existencia de lo que se conoce como salvamento marino, que es todo el conjunto de acciones que se llevan a cabo con el claro objetivo de velar por la seguridad de todas las embarcaciones y las personas que en ese momento se encuentran en las aguas de un determinado lugar.
Así, por ejemplo, en el caso de España existe la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima que es la que se encarga de acometer la mencionada labor. Tanto es así que tiene como funciones principales el llevar a cabo las tareas de rescate y búsqueda, el control de lo que es el tráfico marítimo o el luchar contra lo que es la contaminación de las costas y los mares.
Para realizar estas tareas que tiene encomendadas cuenta con una amplia flota de vehículos entre los que habría que destacar tanto unidades marítimas, como buques remolcadores o embarcaciones de intervención rápida, así como unidades aéreas.
Por otro lado, también está lo que se da en llamar salvamento acuático, que es el que realizan los socorristas en las playas. Concretamente, este tipo de salvamento se divide en tres áreas determinadas: el rescate acuático, la seguridad acuática y el salvamento preventivo.
El salvamento físico suele requerir la intervención de diversos equipos o materiales, como sogas, escaleras, botes, camillas, colchonetas o mangueras, según el caso. Las situaciones críticas requieren de un gran esfuerzo y valentía por parte de quien ejecuta el salvamento. Por eso es habitual que el salvamento suponga la intervención de algún héroe, como en el caso de los rescates que se produjeron tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos).
El salvamento espiritual, por su parte, hace referencia a la salvación del alma. Quien accede al salvamento espiritual logra que su alma se libre de la condenación eterna, que incluye torturas y castigos después de la muerte y por toda la eternidad.
El concepto de salvamento eterno depende de cada religión. Para el catolicismo, el salvamento del espíritu implica llegar al cielo para pasar la eternidad junto a Dios, algo que se alcanza cuando la persona logra librarse de los pecados. De lo contrario, el sujeto termina confinado al infierno.