Definición de sagrado
El vocablo latino sacrātus llegó a nuestra lengua como sagrado. Se trata de una palabra latina que deriva del verbo “sacrare”, que puede traducirse como “consagrar” y que, a su vez, procede del sustantivo “sacrum” o “sacer”, que es significa “sagrado”.
Se trata de un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que, por tener vínculo con una divinidad o contar con características divinas, es objeto de veneración.
Por ejemplo: “No puedes ingresar a un lugar sagrado vestido de esa forma”, “Siempre busco refugio en las palabras del Libro Sagrado”, “Para los hindúes, el Ganges es un río sagrado”.
Existen diversos elementos que, en el contexto de una religión, son calificados como sagrados. Los católicos hablan del Sagrado Corazón con referencia al corazón de Jesús, simbolizando en este órgano físico el amor divino. Por eso el Sagrado Corazón es el protagonista de una celebración litúrgica y tiene diversos espacios donde se le rinde devoción.
Se conoce como Óleo Sagrado o Aceite Santo, por otra parte, al aceite que se emplea en diversas celebraciones católicas y judías. Estos óleos se encuentran bendecidos.
El Manto Sagrado, en cambio, es una tela que se habría utilizado para cubrir a Jesús cuando fue enterrado. Debido a que en dicha tela habría quedado grabado su rostro, se le rinde devoción en el catolicismo.
Dentro del ámbito de la cultura, existen distintas obras que han utilizado en sus títulos el adjetivo que ahora nos ocupa. Así, por ejemplo, podríamos destacar la pintura “Amor sacro y amor profano”, que fue realizada en el año 1515 por el famoso artista italiano del Renacimiento Tiziano.
“Venus y la doncella” es el otro nombre que se le otorgó a esta emblemática obra en la que aparecen representadas dos mujeres y un niño alrededor de una fuente mientras se produce una hermosa puesta de sol. Se considera que esa escena lo que viene es a mostrar el concepto renacentista del amor humano en contraposición a lo que sería el amor divino.
En el campo del cine son numerosas las películas que también ha usado la palabra citada en sus títulos. Este sería el caso, por ejemplo, del largometraje “El manto sagrado” o “La túnica sagrada”, que fue estrenada en el año 1953 por el cineasta estadounidense Henry Koster. Viene a ser la adaptación de la novela homónima, escrita por Lloyd C. Douglas, del año 1942.
Jean Simmons, Richard Burton y Victor Mature encabezan el reparto de este filme que gira precisamente en torno a la crucifixión de Jesús y a cómo un tributo romano se transforma en creyente y en fiel defensor de ese hombre.
Por extensión a estos significados, se califica como sagrado a aquello relacionado con una fuerza sobrenatural o que resulta digno de admiración y devoción: “El equipo tuvo el fuego sagrado de los campeones”, “Siento un amor sagrado por mi profesión”, “El grito sagrado se escuchó en todo el país”.
Cabe destacar que lo sagrado también puede mencionarse como sacro: “En este templo hay hermosas manifestaciones del arte sacro”.