Definición de sacrosanto
La noción de sacrosanto proviene del vocablo latino sacrosanctus. Se trata de un adjetivo que permite aludir a aquello que, por sus características, puede ser considerado santo y sagrado.
Un individuo santo sobresale por su virtud, mientras que una cosa santa se encuentra consagrada a Dios. Lo sagrado, por su parte, está vinculado a una divinidad o dispone de carácter divino, con lo cual resulta digno de ser venerado.
Volviendo al concepto de sacrosanto, combina ambas cualidades: es sacro (sagrado) y santo. Se conoce como Sacrosanto Concilio (Sacrosanctum Concilium), en este marco, a una de las constituciones surgidas del Concilio Vaticano II que tuvo lugar en 1959.
Promulgado por Pablo VI en 1963, el Sacrosanto Concilio apunta a actualizar la liturgia y a favorecer que participen los laicos en ella. El documento dispone de un proemio, siete capítulos y un apéndice que recorren temas como la naturaleza de la liturgia, la importancia de impulsar la educación litúrgica y el apoyo a la acción pastoral de tipo litúrgico.
En el lenguaje coloquial, la idea de sacrosanto se emplea respecto a algo que parece o resulta intocable o imposible de cuestionar. Lo sacrosanto, en este sentido, se considera una certeza o una realidad inamovible: “Nadie puede atentar contra mi sacrosanto derecho de opinión”, “En mi gobierno la propiedad privada será sacrosanta: no permitiré que se tomen terrenos ni que se usurpen viviendas”, “La palabra del experimentado entrenador dejó de ser sacrosanta para los jugadores, quienes incluso ya sea animan a expresar en público sus discrepancias con el director técnico”.