Definición de sacacorchos

Se conoce como sacacorchos a la herramienta que permite extraer los tapones hechos con corcho que se utilizan para cerrar las botellas. El sacacorchos puede tener diferentes formas y mecanismos para cumplir con su función.

Una hélice de metal, que termina en punta, es el componente común a todos los sacacorchos. Dicha hélice se introduce en el corcho que se desea extraer para que, al ser retirada, el tapón también salga con ella.

En los sacacorchos más simples, la hélice sólo tiene un mango. La persona que emplea el instrumento, de esta manera, debe introducir la hélice en el corcho y luego tirar hacia arriba haciendo fuerza con su mano.

Otros sacacorchos cuentan con alas que permiten hacer palanca. En este caso, la hélice también se introduce en el corcho, pero después no hay que tirar del sacacorchos, sino que se deben accionar las palancas para que salga el tapón de la botella.

Aunque utilizar un sacacorchos es muy sencillo, se requiere una cierta pericia para lograr que el corcho salga entero de la botella. En muchos casos, el tapón se rompe y caen pedazos de corcho en el interior. De este modo, los restos de corcho quedan flotando en el líquido.

Cabe destacar que algunos sacacorchos, sobre todos aquellos que disponen de palancas, cuentan además con la forma apropiada para funcionar además como abrebotellas. Así pueden servir para extraer tapones de corcho gracias a su hélice, pero también para quitar tapones corona (conocidos como chapas o chapitas) utilizándolos a modo de cuña. Para las personas que no se sienten seguras frente a esta herramienta, existen incluso modelos eléctricos, que les aseguran buenos resultados sin ningún esfuerzo.

La eficacia del sacacorchos es tal, que pocas personas imaginan que exista otro modo de extraer un corcho de una botella. Pero, algunas veces, por diversos motivos, nos encontramos en una situación en la que debemos usar la creatividad para reemplazar esta útil herramienta, y los resultados pueden ser de lo más variados e impredecibles.

Por ejemplo, uno de los métodos más hilarantes para destapar una botella si no tenemos sacacorchos consiste en colocar la base de la misma dentro de un zapato de hombre y luego comenzar a golpearlo contra la pared con fuerza moderada, como si la botella fuera un talón y estuviéramos dando pisotones. Gracias al impacto, la fuerza pasará del cristal al líquido, el cual empujará lentamente el aire y éste, el corcho, hasta que salga lo suficiente como para que podamos retirarlo con nuestras propias manos. Cabe mencionar que se aconseja no usar mucha fuerza, sino tener paciencia.

Un método mucho más común de reemplazar el sacacorchos de forma casera exige el uso de un tornillo de gancho de tamaño suficiente como para atravesar el corcho (el primer paso del procedimiento). Habiendo hecho esto, solamente basta tirar del gancho con un bolígrafo, el cual se debe colocar de manera perpendicular a la botella; a simple vista, dado que el aspecto de este sencillo artefacto tiene forma de ‘t’, puede parecer que estamos usando un auténtico sacacorchos.

Usar un cuchillo para destapar una botella de vino cuando no contamos con un sacacorchos es más peligroso, pero no tanto si se actúa con cuidado. El primer paso es clavarlo en el punto central de la cara exterior del corcho, sin atravesarlo completamente para evitar que se despedace y sus trozos caigan en el líquido. Luego debemos intentar girarlo muy lentamente, hasta que notemos que el corcho comienza a moverse. Si hemos llegado hasta aquí, entonces ya sólo queda la parte más fácil: continuar rotando el cuchillo con paciencia hasta completar nuestra tarea con éxito —y sin heridas—.

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