Definición de ruido ambiental
Se denomina ruido al sonido sin articulación que resulta molesto. Ambiental, por su parte, es aquello vinculado al ambiente (el contexto, las circunstancias).
La noción de ruido ambiental, por lo tanto, se refiere a los sonidos poco agradables e incluso dañinos que modifican las condiciones consideradas normales o tolerables en una cierta región. El ruido ambiental excesivo provoca lo que se conoce como contaminación acústica.
El ruido ambiental es un problema típico de las grandes ciudades. Se genera por acciones que realiza el ser humano, como determinadas actividades industriales o comerciales, el tránsito de vehículos a motor y la reproducción de música a un volumen elevado. Cuando estos ruidos se producen de manera simultánea y por períodos extendidos, pueden provocar daños en la salud de las personas.
Tomemos el caso de un individuo cuya casa se encuentra en una avenida. El ruido ambiental del lugar puede formarse por los motores y las bocinas de los automóviles y demás medios de transporte, las máquinas que se emplean en la construcción de un edificio, la música que sale de un local bailable y los bombos y los gritos de manifestantes que protestan en el lugar. Todos estos ruidos ambientales constituyen una contaminación acústica que puede generar a la persona que vive en la avenida desde dificultades para descansar hasta problemas para estudiar o concentrarse en el trabajo, pasando por inconvenientes en el sistema auditivo.
Por más que el ruido no sea tan intenso, si el sistema auditivo se expone a él por períodos prolongados, es inevitable que se produzca un efecto negativo, el cual en este caso se denomina socioacusia. Uno de los síntomas más evidentes de este problema es la presencia de un «silbido» que sólo puede percibir la persona afectada.
Oír un silbido como consecuencia de la exposición al ruido ambiental es un signo de que el oído está en problemas y, si bien este síntoma puede desaparecer en unos días, el trastorno irá a peor a menos que se elimine el ruido, llegando incluso a la sordera.
Para minimizar el ruido ambiental, es posible apelar a materiales de construcción que absorban o aíslen el ruido o actuar sobre las fuentes que provocan la contaminación (incentivando el uso de bicicletas en lugar de automóviles, por ejemplo).
Las personas que nacen en una gran ciudad, donde el ruido ambiental es moneda corriente, suelen acostumbrarse a tal punto a convivir con este problema que recién se dan cuenta de su gravedad cuando pasan algún tiempo en el campo o en algún sitio más tranquilo. Aunque resulte difícil de creer, hay quienes incluso habiendo saboreado la paz no pueden dejar de ansiar volver a la ciudad, ya que están demasiado acostumbrados a sus características.
Para la medición del ruido ambiental y su impacto se usan diversos indicadores que se basan en el nivel de presión sonora. El mismo, conocido por las abreviaturas NPS o Lp, sirve para identificar la intensidad de sonido que produce una determinada presión, o sea, el sonido que un individuo puede percibir en un momento dado. La unidad utilizada para su medición es el decibelio (dB) y sus dos extremos son el umbral de audición (0 db) y el de dolor (120 dB).
Por otro lado, también se habla de nivel de presión sonora continuo equivalente (NPSeq) para definir el nivel de presión sonora constante (como se menciona en el párrafo anterior, éste se expresa en decibelios) que posee la misma energía total (esto también se denomina dosis) que el ruido que se ha medido. Otros indicadores son el nivel de exposición del sonido, nivel equivalente día-noche y los picos máximo y mínimo.