Definición de rudeza
Rudeza es la condición de aquel que es rudo. Este adjetivo, que procede del vocablo latino rudis, refiere a quien actúa de manera rústica o con brutalidad. Por ejemplo: “El hombre contestó la pregunta con rudeza, sin ahondar en explicaciones”, “La maestra les pidió a los chicos que no jueguen con rudeza ya que se pueden lastimar”, “Las fuerzas de seguridad no deben actuar con rudeza innecesaria”.
Lo habitual es que la rudeza se asocie a la agresión o a la violencia física. La rudeza, por lo general, no llega a implicar un ataque directo, sino que más bien se vincula a un uso excesivo de la fuerza. Si se dice que, en un partido de fútbol, un defensor marcó con rudeza a un jugador rival, se estará haciendo referencia a que el defensor apeló de manera recurrente al contacto físico.
Por otro lado, si alguien menciona que la policía actuó con rudeza al detener a un sospechoso, estará indicando que los agentes no trataron con delicadeza a la persona en cuestión. Sobra decir que, en ciertos contextos, se tolera que la policía actúe con rudeza, ya que los miembros de esta institución pueden emplear la fuerza de manera legítima siempre que no se excedan. Resulta improbable que un agente sea capaz de detener a un delincuente sin algo de rudeza si éste intenta escaparse por todos los medios, por citar un caso.
Es sabido que el cuerpo de policía de muchos países se excede a menudo en la rudeza que aplica durante las detenciones, y esto puede ocurrir por una serie variada de razones. Por un lado se encuentra el racismo, un problema social de los más graves que por desgracia no logramos resolver y continúa destruyendo las vidas de millones de personas todos los días. Del mismo modo, el fanatismo religioso o el sexismo pueden ser otros motivos por los cuales un oficial de policía trate a un civil con demasiada violencia.
Ante un caso como éste, resulta muy difícil actuar, sobre todo si las razones y los intereses detrás del maltrato se responden a una organización más grande y poderosa que una simple persona. Denunciar a la propia policía no es fácil, pero es más común de lo que parece, ya que este tipo de actos de injusticia se dan todos los días.
La rudeza también puede ser verbal. Un individuo que pretende explicarle algo a otro a los gritos y con insultos, se estará dirigiendo con rudeza a su interlocutor. Lo mismo hará quien responda con monosílabos y palabras poco amables a las preguntas de otra persona.
En el ámbito de la ortografía, se habla de espíritu rudo, fuerte o áspero a un signo ortográfico propio del Griego Clásico que se escribe sobre las vocales iniciales de ciertas palabras para indicar que se deben pronunciar con una ligera aspiración, similar al modo en el que suena la ‘h’ inglesa. El espíritu rudo, así como el suave (que servía para señalar justamente lo contrario, que las vocales debían ser leídas sin aspiración), se usaba en la ortografía politónica, un sistema de escritura caracterizado por la utilización de diversos acentos (como el agudo, el grave y el circunflejo, además de los dos espíritus recién mencionados).
El origen de los espíritus suave y rudo tuvo lugar en el siglo II a. C., y su autor fue Aristófanes de Bizancio, un gramático alejandrino de gran fama. Su propósito era volver más sencilla la lectura del legado literario de Homero y evitar que se corrompiera la lengua al ser usada por personas de otras culturas e idiomas. Durante el período helenístico desapareció el sonido aspirado del griego, aunque estos signos ortográficos se mantuvieron; recién fueron descartados cuando se instauró la ortografía moderna, en la década de los 80.