Definición de rostizar
Rostizar es un verbo que se emplea en varios países latinoamericanos para hacer referencia al acto de asar algún tipo de carne. Lo habitual es que el término se use respecto a los pollos.
Por ejemplo: “En un rato pongo a rostizar el pollo que comeremos en la cena”, “Rostizar el pollo llevará cerca de una hora: si quieres, puedes regresar a eso de las nueve a buscar la comida”, “Creo que rostizar la carne es más saludable que freírla”.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), el negocio donde los pollos se rostizan y se venden se denomina rosticería. En varios países sudamericanos, este tipo de establecimiento se conoce como rotisería.
El mecanismo más popular para rostizar los pollos consiste en un asador giratorio o rotatorio, también conocido como espiedo; los primeros se ensartan en espadas que giran mientras reciben el calor que irradia una estufa (horno). Por el funcionamiento del asador, la grasa de los pollos ubicados en las espadas superiores cae sobre aquellos situados en las espadas inferiores y termina depositándose en una bandeja. El cocinero deberá, cada tanto, tomar dicho recipiente y regar la grasa sobre los pollos de las espadas superiores para que también reciban los jugos.
Rostizar los pollos con un espiedo rotatorio permite cocinar un gran número de pollos en un tiempo reducido, aprovechando las diversas espadas de las que disponga la máquina. Por eso las rosticerías (o rotiserías) suelen contar con estos asadores. En las viviendas particulares, en cambio, el pollo se suele rostizar en una cocina convencional.
Si bien el término rostizar suele asociarse a las rosticerías, también puede utilizarse como sinónimo de asar o cocer un alimento al horno, incluso en aquellos que no cuentan con el mecanismo rotatorio antes descrito. En otras palabras, de acuerdo con el contexto, es posible utilizar este verbo —así como el resto de palabras de su familia, como ser «rostizado»— como sinónimo de «hornear» o «asar».
Del mismo modo, dado que no todos los seres humanos comemos productos de origen animal (como ser carne, leche y huevo), también es posible hablar de verduras rostizadas. En ninguna sección de las instrucciones de un horno se prohíbe a los usuarios cocer verduras; incluso podemos aprovechar las ventajas de las espadas rotatorias con una buena variedad de vegetales, para que todos los ingredientes reciban los jugos que despiden los demás. En la actualidad son cada vez más los establecimientos tales como restaurantes, pizzerías y rosticerías que abren sus puertas a personas con gustos, necesidades y convicciones de todo tipo.
Uno de los secretos más fáciles de explotar de la cocina es la gran variedad de sabores que un mismo alimento puede ofrecer según el modo en el que se lo cueza; en el caso de los vegetales, esto se amplía aún más, ya que es posible comerlos crudos (aunque también es cierto que hay culturas en las cuales la carne no se cocina). Tomemos el caso de la cebolla, el pimiento y la patata; hervir la patata y luego trocear todos los ingredientes basta para preparar una deliciosa ensalada, la cual se puede condimentar y sazonar con aceite, orégano, pimienta y sal, entre otros muchos productos, según los gustos de cada uno.
Por otro lado, también podemos rostizar estos cuatro vegetales para obtener una comida absolutamente diferente, tanto en lo que se refiere al sabor como a la textura y la consistencia. La patata puede cortarse en rebanadas, en bastones o en trozos de proporciones más cercanas a las de un cubo, y esto repercute considerablemente en su cocción: cuanto más delgado sea el corte, más crocante será el resultado. El pimiento y la cebolla también pueden cortarse de diferentes formas, como ser tiras o aros.