Definición de horno

Del latín furnus, un horno es un dispositivo que permite generar calor y mantenerlo dentro de un cierto compartimiento. De esta manera, puede cumplir con diversas funciones, como la cocción de alimentos o la fundición de minerales. Por supuesto, existen distintos tipos de hornos según el uso.

Así puede decirse que un horno es el aparato culinario cerrado que permite asar, calentar o gratinar alimentos, la fábrica para caldear, el montón de leña o ladrillo para la carbonización o la calcinación y el boliche para fundir minerales de plomo, por ejemplo.

La energía para alimentar un horno puede ser obtenida de diversas maneras, como la combustión (a leña o gas), la radiación (la luz solar) o la electricidad (en el caso de los hornos eléctricos).

Partiendo de esa distinta alimentación de energía que cuenta el horno, tiene lugar una clasificación del mismo que origina las siguientes categorías principales:

Horno de gas. Como su propio nombre indica es aquel que emplea como combustible lo que es el gas natural.

Horno de leña. En su caso, este funciona a partir del uso de madera y troncos, es decir, de leña. Aunque actualmente no sea el de uso más generalizado es importante recalcar el hecho de que existen muchos establecimientos, dentro del sector gastronómico, que apuestan por él ya que consigue que los alimentos adquieran un sabor especial. De esta manera, panaderías artesanales e incluso restaurantes especializados en determinadas platos, como el lechazo o el cordero, apuestan por realizar sus productos mediante aquel.

Horno eléctrico. En estos momentos es quizás uno de los tipos de hornos más utilizados tanto por su facilidad de uso como por el hecho de que es muy cómodo ya que simplemente basta con enchufarlo a la corriente eléctrica.

Los hornos de microondas, conocidos simplemente como microondas, son aquellos que funcionan a través de la generación de ondas electromagnéticas en torno a los 2,5 GHz. El funcionamiento del microondas se produce gracias a las moléculas de agua que contienen los alimentos, que cuentan con un dipolo eléctrico (con una carga positiva y otra negativa).

Por otra parte, el horno crematorio es el dispositivo que permite la cremación de los cadáveres. Suele alcanzar un temperatura de entre 870º y 980º para garantizar la completa desintegración del cuerpo.

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto el hecho de que existen diversas expresiones coloquiales que utilizamos que incorporan el uso del término que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, de aquella que dice “no está el horno para bollos”. Una locución adverbial esta que viene a dejar patente que la situación que se está viviendo en ese momento no es la más apropiada ni conveniente para para hacer bromas o tomar determinadas medidas. Un ejemplo de ello sería: “Juan, deja de contar chistes. No está el horno para bollos después de que nos hallamos enterado de tu traición”.

Por último, cabe mencionar que el término horno se utiliza para nombrar a cualquier lugar muy caliente o donde hace mucho calor: “Esta casa es un horno”, “Mi coche parece un horno, no funciona el acondicionador de aire”.

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