Definición de rol de género
Rol es un término que procede del inglés role, aunque su origen etimológico se halla en el francés rôle. La noción hace referencia a la función o el papel que asume un individuo en un determinado contexto.
Género, por su parte, es un concepto con varios usos. En este caso, nos interesa su acepción como el grupo de seres vivos que disponen de ciertas características en común.
La idea de rol de género está asociada al concepto de género en las ciencias sociales. El género es una construcción social que atribuye a hombres y mujeres diversas características diferentes de acuerdo al sexo biológico. Siguiendo con este razonamiento, el rol de género es el papel que deben asumir hombres y mujeres de acuerdo a los mandatos sociales.
El rol de género, en otras palabras, alude a las conductas que se consideran adecuadas para hombres y mujeres en el seno de una sociedad. Estos comportamientos dependen de la idea que la comunidad tiene acerca de la masculinidad y de la femineidad.
Los expertos afirman que la sensación personal del rol de género es aquello que se conoce como identidad de género: mientras que la identidad de género es la percepción que tiene una persona acerca de sí misma respecto a sentirse mujer u hombre, el rol de género es la manifestación pública de dicha percepción.
Si tomamos los roles de género más tradicionales y difundidos, podemos decir que, en la sociedad occidental, la mujer debe cuidar a sus hijos y hacer las tareas de la casa mientras que el hombre debe salir a trabajar para garantizar el sustento material de su familia. Por supuesto, esta visión es estereotipada y ya no se cumple con tanta frecuencia, en parte por las nuevas oportunidades profesionales que tiene la mujer, pero también a causa de la adopción de un modelo social más abierto e igualitario.
Así como algunas personas siguen respetando esta distinción entre hombres y mujeres, están aquéllos que los ven como seres iguales, con los mismos derechos y obligaciones frente a la sociedad, de manera que si una pareja heterosexual tiene hijos, cualquiera de los dos puede decidir libremente cuidarlos y mantener la casa o bien salir a conseguir el dinero para hacer frente a los gastos. Esto da lugar a que ambos puedan asumir «la mitad» de las responsabilidades frente a su grupo familiar: que los dos cuiden de los niños y se ocupen de su crianza, al mismo tiempo que persiguen sus objetivos a nivel profesional.
En Japón, por ejemplo, las diferencias entre el rol del hombre y el de la mujer están muy definidas, y esto puede resultar difícil de creer a simple vista, dado que se trata de uno de los países considerados sinónimo de avance y tecnología de punta. Diversas encuestas realizadas a mujeres japonesas con un nivel alto de estudios y con puestos de trabajo que en otros lugares del mundo serían envidiables han sacado a la luz que muchas de ellas no se sienten conformes con las condiciones que las empresas de su propia nación les imponen, solamente por su sexo.
El rol de género en Japón puede resultar pesado para muchas mujeres, pero también existen quienes agradecen no encontrarse en la situación de los hombres, ya que aseguran que ellos se llevan la peor parte: mientras que las mujeres tienen sueldos inferiores y deben hacerse cargo de la casa y los hijos, los hombres suelen tener trabajos más duros, más demandantes, tanto a nivel físico como emocional. En una sociedad tan exigente y perfeccionista, donde llegar unos minutos antes a una cita no es recomendable sino casi obligatorio, puede que sea preferible encontrarse en el bando que genera menos expectativas.