Definición de rima asonante
La noción de rima hace mención a la repetición de diferentes sonidos. Esta práctica supone una técnica que se utiliza en el ámbito de la poesía. De acuerdo a la manera en la que se establece esta repetición, es posible hablar de diferentes clases de rimas.
Por lo general, la repetición se concreta a partir de la vocal acentuada que se encuentra en el último lugar, al final del verso. Cuando la rima se forma, en dos o más versos, mediante la coincidencia de las vocales acentuadas de las distintas sílabas después de la última vocal tónica, se habla de rima asonante. Es importante tener en cuenta que se excluyen las vocales no acentuadas en los diptongos.
Por ejemplo:
Los jóvenes fueron notando /
que había algo extraño en el pino /
como un color escondido /
dispuesto a irse volando
Como se puede apreciar, en el ejemplo anterior la rima se produce a partir de la repetición de las vocales A-O e I-O.
Por sus características, la rima asonante también se denomina rima imperfecta o rima parcial. Si, después del mencionado límite de la vocal acentuada en el último lugar, la repetición alcanza a todos los fonemas, la rima recibe el nombre de rima consonante o perfecta.
Es posible encontrar con mayor frecuencia rimas asonantes que rimas consonantes, ya que su construcción es más simple y no cercena demasiado la libertad creativa de los poetas. La rima consonante, en cambio, impone mayores restricciones a la hora de escribir y de desarrollar los versos.
Esta libertad que caracteriza la rima asonante en contraste con la consonante se puede apreciar también en el hecho de que, en la escuela, los niños suelen aprender primero a construir rimas asonantes, ya que les impone menos límites y les permite hacer uso de su vocabulario, en lugar de forzarlos a aprender nuevas palabras solamente para encontrar coincidencias perfectas entre sílabas.
Un concepto que resulta de gran importancia para construir una rima es la acentuación. En primer lugar, nuestra lengua no puede ser concebida sin la presencia de los acentos, ya que todas las palabras de dos o más sílabas exigen que una de ellas tenga una intensidad mayor a la del resto, y esta característica puede marcar la diferencia entre dos conceptos que no tengan el mismo significado, especialmente entre conjugaciones de un mismo verbo; por ejemplo, si tomamos las palabras «apague» y «apagué», vemos que hacen referencia a tiempos y, quizás, a personas distintas (yo apague o el apague).
Dentro de la acentuación, se distinguen las sílabas tónicas de las átonas (las que llevan acento prosódico y las que no lo llevan; las primeras deben pronunciarse con mayor intensidad que las otras). Pero, si la palabra es grave o esdrújula, o sea que no se acentúa en la última sílaba, entonces dentro del grupo de las sílabas átonas siempre hay una que se encuentra directamente después de la tónica, y ésta se conoce con el nombre de sílaba postónica.
La rima asonante presta atención al concepto de sílaba postónica para brindar aún más flexibilidad a la hora de construir los versos con palabras graves, permitiendo que la ‘u’ postónica sea tomada como una ‘o’, y que la ‘i’ postónica pueda ir en lugar de una ‘e’. Llevado a un ejemplo, podemos decir que la palabra «cónsul» es apta para una rima asonante con «cobro», del mismo modo que «símil» puede rimar con «libre».
Para las palabras esdrújulas, las reglas son diferentes. En este caso es necesario observar solamente la vocal tónica y la de la última sílaba; por ejemplo, el término «relámpago» rima con «carro» en á-o (la ‘a’ de la sílaba «pa» no se toma en cuenta).