Definición de retículo endoplasmático liso
Para comprender qué es el retículo endoplasmático liso, podemos descomponer la expresión y analizar cada palabra. Un retículo es un entramado o un conjunto de distintos hilos. Endoplasmático o endoplásmico, por su parte, está vinculado al endoplasma (cierta parte del protoplasma, es decir, del material viviente que alberga una célula). Liso, por último, es aquello que carece de arrugas o pliegues.
El retículo endoplasmático liso, por lo tanto, es una serie de túbulos y conductos que se hallan en el interior de una célula. Estos tubos se encuentran unidos entre sí para permitir el desplazamiento de ciertas sustancias y para desarrollar diferentes funciones celulares.
Existen dos tipos de retículos endoplasmáticos: el retículo endoplasmático liso carece de ribosomas que estén vinculados a las membranas de la célula, a diferencia del retículo endoplasmático rugoso. Por eso el retículo endoplasmático liso continúa en el retículo endoplasmático rugoso.
Por lo general, el retículo endoplasmático liso es reducido en las células. Sin embargo, estos organelos son abundantes en los hepatocitos, en las células que se encargan de segregar hormonas esteroideas y en las células de los músculos estriados.
El retículo endoplasmático liso que se halla en ciertas células se conoce como retículo sarcoplásmico ya que adopta una forma especializada que le permite almacenar el calcio.
Los procesos celulares en los cuales se involucra el retículo endoplasmático liso son de gran importancia. Veamos un resumen de los mismos a continuación.
Síntesis de lípidos
Gran parte de los lípidos que resultan necesarios para elaborar membranas nuevas de la célula, entre los que se encuentran el colesterol y los glicerofosfolípidos, se generan en las membranas del retículo endoplasmático liso. Con respecto a la síntesis de los esfingolípidos (lípidos complejos derivados del aminoalcohol insaturado), si bien en su mayoría tiene lugar en el aparato de Golgi, la síntesis de la ceramida sí ocurre en el retículo.
Es importante señalar que sólo una parte de la síntesis de los lípidos se realiza en las membranas del retículo; la de los ácidos grasos, por ejemplo, comienza en el citosol (también conocido como matriz citoplásmica o hialoplasma, se trata de una disolución gelatinosa con un gran contenido en agua), y luego son llevados al retículo para ser convertidos en glicerofosfolípidos.
Destoxificación y glucogenolisis
Por destoxificación se entiende el proceso a través del cual es posible transformar etanol o barbitúricos (entre otras drogas y metabolitos) en compuestos hidrosoubles que luego pueden formar parte de la orina. Este proceso tiene lugar fundamentalmente en el hígado. La glucogenolisis, por otro lado, consiste en romper el glucógeno (un polisacárido de reserva de energía) para propiciar la liberación de glucosa.
Defosforilación de la glucosa-6-fosfato
Lo normal es que la glucosa se almacene en el hígado, en forma de glucógeno. A través de la acción de las hormonas insulina y glucagón, el hígado juega un papel fundamental en la aportación de glucosa a la sangre. El glucógeno se degrada y así aparece la glucosa-6-fosfato, la cual no puede penetrar las membranas, razón por la cual tampoco puede salir de las células. Este residuo es eliminado por la glucosa-6-fosfatasa, una proteína que forma parte del retículo endoplasmático liso del hígado, de manera que la glucosa salga de la célula.
Reservorio intracelular de calcio
En las células de los músculos, el retículo endoplasmático liso se conoce como retículo sarcoplásmico y actúa como depósito de iones de calcio. Cuando un impulso nervioso alcanza una motoneurona, se libera acetilcolina y esto lleva a que la membrana se despolarice y, en consecuencia, los iones de calcio reservados en el retículo sean liberados y se dirijan al citosol, lo cual activa la contracción muscular.