Definición de repleto

El término latino replētus llegó a nuestra lengua como repleto. Se trata de un adjetivo que se utiliza para calificar a aquello que se encuentra lleno y que ya no tiene capacidad para recibir o albergar más cosas.

Por ejemplo: “Ante un teatro repleto, el cantante australiano ofreció un concierto de más de dos horas de duración”, “La mujer le sirvió un plato repleto de carne y verduras, que el muchacho devoró con rapidez”, “El ómnibus ya está repleto: espero que no siga subiendo gente”.

Por lo general, la noción de repleto se utiliza con referencia a recipientes. Un jarra estará repleta cuando ya no pueda recibir más líquido sin desbordarse, lo mismo que un cuenco queda repleto cuando agota su capacidad y no puede albergar más nada en su interior.

Los estadios, los teatros y los edificios en general pueden colmar su capacidad y quedar repletos, sin que exista más espacio físico para que siga entrando gente. Si a un estadio capaz de recibir 20.000 espectadores ingresa esa cantidad de personas para ver un partido de fútbol, podrá decirse que el estadio está repleto.

Precisamente que una cita o espacio de esos tipos puedan estar repletos de gente puede traer consigo problemas. En un primer momento, hay asistentes que pueden sentir un cuadro de pánico o ansiedad ante el tumulto de gente y en un segundo lugar, se puede producir que quienes tienen que subirse al escenario puedan padecer lo que se conoce como miedo escénico. Dos situaciones esas que, en ambos casos, pueden llevar a recibir asistencia médica a quienes las sufren.

Por regla general, cuando se habla de eventos que han estado repletos es algo positivo, pues indica que la persona que lo llevaba a cabo tiene gran éxito entre la gente. Sin embargo, en otras ocasiones ese mismo adjetivo tiene un marcado acento negativo. Así, por ejemplo, cuando se dice que la sala de urgencias de un hospital estaba repleta suele ser algo malo, ya que viene a indicar que los servicios médicos estaban saturados, que los pacientes no podían ser atendidos correctamente o que no se podía acceder a la asistencia médica de manera rápida sino después de muchas horas.

Existen otros actos a los que también se les puede aplicar el adjetivo repleto. Así, por ejemplo, a raíz de la muerte de Nancy Reagan, quien fuera primera dama de Estados Unidos, se ha publicado en distintos medios de comunicación que su funeral estuvo repleto de figuras muy conocidas de los ámbitos políticos, militares y culturales. En concreto, se ha destacado la presencia de personajes tales como George W. Bush, Hillary Clinton, Arnold Schwarzenegger, Jerry Brown…

La idea de repleto también puede hacer mención a cuestiones simbólicas que, por sus características, no ocupan lugar físico. Si alguien comenta que un joven “está repleto de buenas ideas”, estará indicando que el muchacho en cuestión es muy creativo y suele desarrollar proyectos interesantes. Por supuesto, en este caso no quiere decir que el joven “repleto” no tenga más capacidad para generar nuevas ideas, sino que el concepto se vincula a la abundancia o multiplicidad.

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