Definición de remoción
Hasta el latín hay que marcharse para poder encontrar el origen etimológico del término remoción que ahora nos ocupa. En concreto, hay que establecer que emana de la palabra “remotio”.
Cuando quitamos, borramos, eliminamos, obviamos o apartamos algo, lo que estamos haciendo es removiéndolo. Una remoción, por lo tanto, consiste en llevar una cosa de un lugar hacia otro o en modificar la situación, el estado o la condición de una persona.
Por ejemplo: “La remoción de la mancha de aceite en la pared me llevó más de una hora”, “Tras la remoción del cartel, la compañía se comprometió a modificar su política publicitaria”, “El entrenador decidió la remoción de cuatro jugadores para trabajar con una plantilla más acotada”.
Dentro del ámbito del Derecho nos encontramos con distintos tipos de remoción que van referidos a diversas cuestiones. Así, por ejemplo, existe lo que se conoce como remoción del vehículo. Este es un término que se emplea para referirse al proceso por el cual se priva al ejecutado de la posesión del vehículo que le ha sido embargado. Eso es fruto de una solicitud que previamente se realiza ante el juez pertinente y en el que se acomete tanto la petición del embargo como la de la remoción del coche.
El cliente ejecutante es el que presenta dicho escrito, de manos de su procurador o abogado, en el que se deben incorporar todos sus datos así como los del ejecutado y del automóvil en cuestión.
Por otro lado, nos encontramos con el término remoción del tutor. Se emplea para referirse al proceso que se inicia a partir de que el tutor legal de una persona incurre en una causa de inhabilidad, muestra palpable ineptitud o no cumple con los deberes que le son inherentes al papel que desempeña. Entonces partiendo de esa situación el Ministerio Fiscal, el tutelado o alguien con interés legítimo acude a un juez para plantearle lo sucedido y para conseguir que destituya a aquel como tutor.
Si el juez estudia la situación y advierte la realidad de lo que se demanda, procederá no sólo a sustituir a aquel sino también a nombrar un nuevo tutor.
Entender el concepto de remoción es sencillo. Imaginemos a una persona que quiere crear su propio sitio web. Este individuo decide registrarse en un servicio de alojamiento (hosting) que, en su versión gratuita, le permite almacenar sus contenidos a cambio de exhibir un aviso con publicidad en las páginas. La persona comienza a utilizar este servicio pero, unos meses más tarde, prefiere optar por eliminar el banner.
El usuario, por lo tanto, toma la decisión de pagar una tarifa mensual para conseguir la remoción de la publicidad. Esto quiere decir que, al contratar el servicio de pago, la empresa de hosting se encargará de quitar el aviso y el sitio web del usuario ya no exhibirá la publicidad de la empresa.
Otro ejemplo de remoción podemos encontrarlo en el abogado que cambia de número telefónico y que se ve forzado a actualizar los datos en su tarjeta personal de presentación. Para no mandar a imprimir nuevas tarjetas, este hombre se encarga de la remoción del número antiguo de manera artesanal, tachando con un bolígrafo el dato desactualizado de cada una de sus tarjetas y escribiendo a mano el nuevo número.