Definición de remolque

El primer paso que se hace necesario dar para poder entender el significado del término remolque es proceder a establecer su origen etimológico. Así, podemos decir que emana del latín, de “remulcare” que, a su vez, deriva del griego “rymolkein”. Esta palabra griega era el fruto de la suma de dos vocablos: “ryma”, que puede traducirse como “cuerda”, y “olkós”, que es sinónimo de “tracción”.

Remolcar es un verbo que se emplea cuando una persona o un vehículo llevan algo al arrastre, ya sea por tierra o agua. Esta acción y el resultado de la misma reciben el nombre de remolque.

El concepto también se utiliza para nombrar a aquello que es remolcado y al dispositivo que permite remolcar. Por ejemplo: “El coche tuvo un desperfecto mecánico y se quedó varado en el medio del camino: vamos a tener que pedir remolque”, “Un pesquero irlandés solicitó remolque en medio de la tormenta”, “Las autoridades adquirieron cinco remolques para tareas de rescate”.

Puede entenderse al remolque como un transporte de carga que no dispone de motor ni de tracción propia, por lo que debe ser impulsado por otro vehículo. El remolque, que en algunos países se denomina tráiler o acoplado, permite llevar diversos tipos de objetos.

Los agricultores y ganaderos son, en la actualidad, dos de los grupos profesionales que más usan los remolques a diario. Y es que les sirven para poder llevar consigo todos los materiales imprescindibles para su trabajo, tales como aperos de labranza o pienso para los animales.

No obstante, en el mercado nos encontramos con una gran variedad de tipos de remolques, entre los que podemos destacar los siguientes:
• Remolques basculantes, que son los que tienen la ventaja de que pueden adoptar distintas posiciones.
• Remolques para poder transportar motocicletas de distinta cilindrada. En este sentido, tenemos que exponer que también hay otros que son específicos para poder trasladar desde coches hasta bicicletas pasando por variadas embarcaciones.
• Remolques para animales. En este caso, los más habituales son los que permiten llevar caballos. No obstante, cada vez más está creciendo el número de aquellos que existen para hacer lo propio con los perros.

Multifuncionales, delux fibra o porta-maquinaria son otros de los modelos que también están a la venta. Todo ello sin olvidar que además hay propuestas diferentes en base a su estructura. Así, por ejemplo, están los tipo chasis o los de clase furgón, que son cerrados.

Supongamos que una familia se dirige desde una ciudad hasta un pueblo costero para disfrutar de unas vacaciones en la playa. En el automóvil, viajan el padre, la madre y los dos hijos. Gracias a contar con un remolque adosado al coche, la familia también puede transportar una moto de agua para disfrutar del mar.

Ciertos remolques, por otra parte, permiten el traslado de animales. Es posible encontrar camiones con remolques que llevan vacas desde un campo hasta el matadero, donde son faenadas.

Cabe destacar que los remolques requieren de diversas habilitaciones para estar en condiciones de circular, dependiendo de las características de su carga. En general se exige que el remolque cuente con matrícula o patente (que puede ser exclusiva o una copia de la que ostenta el vehículo principal) y que tenga algún tipo de iluminación.

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