Definición de reestructuración
Una estructura es un todo compuesto por diversas partes. Cuando dichas partes proceden a organizarse de manera diferente, o se agregan o eliminan algunas, puede hablarse de una reestructuración.
Este concepto, por lo tanto, refiere a la modificación o alteración de una estructura. El término puede aplicarse en los ámbitos más diversos, ya que la idea de estructura es muy amplia. Por ejemplo: “El gobierno anunció una reestructuración del Ministerio de Economía”, “Vamos a tener que hacer una reestructuración en la empresa para reducir costes”, “Con la contratación de Pablo Laficce, la emisora radial completó su reestructuración y apuesta por llegar a una audiencia más joven”.
Podría decirse que todo aquello que se considera como estructura es susceptible de una reestructuración. En este sentido, un equipo de fútbol puede reestructurarse cuando los dirigentes despiden al entrenador y contratan a otro, además de rescindir el contrato de cuatro jugadores y de sumar dos refuerzos. Como puede verse, en este caso, salen algunas partes (el antiguo entrenador y los cuatro jugadores despedidos) del todo (el equipo) e ingresan otras (el nuevo entrenador y los dos refuerzos).
En una empresa, por otra parte, la reestructuración puede incluir cambios en el presupuesto, la producción o la plantilla de trabajadores. El dueño de una compañía que pretende realizar una reestructuración, por lo tanto, puede decidir dejar de fabricar un determinado producto, aumentar la inversión en el área de recursos humanos, contratar a un nuevo gerente, lanzar otra marca y modificar el lema o slogan de la firma.
Reestructuración cognitiva
Se denomina reestructuración cognitiva a un conjunto de técnicas que forma parte de las terapias cognitivo-conductuales (las cuales se enfocan en vincular la conducta y el pensamiento, aplicando a su vez conceptos y fundamentos de la psicología conductista y la cognitiva) y tiene como objetivo la modificación del modo en el cual se interpreta y se valora el entorno.
Para conseguir dicho cambio se llevan a cabo diversas acciones que forman parte de una estrategia general, como ser la introducción de nuevos hábitos cognitivos en la vida del paciente y el diálogo socrático, el cual consiste en demostrar a una persona que sus ideas no son correctas o adecuadas consiguiendo que acepte por sí misma los argumentos que apoyan su equivocación.
Es común que los seres humanos interpretemos de forma errónea ciertas situaciones o incluso a las personas que nos rodean y que estos pensamientos se conviertan en parte incuestionable de nuestro conocimiento; esto nos puede llevar a experimentar un gran número de trastornos, ya que terminamos creyendo que nuestra realidad es negativa y dañina para nosotros. La reestructuración cognitiva sirve para determinar dichos errores, analizarlos y conseguir modificarlos.
Algunas de las actividades que forman parte de la reestructuración cognitiva son las siguientes:
* conseguir que el paciente modifique ciertas afirmaciones irracionales que surgen como consecuencia de otras, racionales (ambas se denominan autoafirmaciones, ya que se dirigen hacia la misma persona que las produce y suelen tenerla como protagonista);
* ayudarlo a determinar la emoción que le está causando dolor, la cual puede ser ansiedad, ira o una profunda decepción, entre otras;
* señalar los pensamientos automáticos, que se caracterizan por contener ideas negativas y por surgir de manera espontánea ante ciertos estímulos;
* efectuar afirmaciones que sirvan para describir los caminos alternativos para enfrentar la o las situaciones que hasta el momento parecen imposibles de atravesar.
La reestructuración cognitiva, que tiene como meta principal conseguir que la persona afectada vea el mundo que la rodea de manera más realista, tiene sus orígenes en el año 1958, a cargo del psicoterapeuta cognitivo Albert Ellis. Desde ese entonces ha sido ampliamente desarrollada y su evolución continúa en la actualidad.