Definición de recordatorio
Recordatorio es un término que puede emplearse como adjetivo o como sustantivo. En el primer caso, se trata del calificativo que revela que un elemento resulta útil para acordarse de algo. Por ejemplo: “Te dejé un papel recordatorio sobre la mesa con todo lo que tienes que hacer esta tarde”, “La dueña del local colocó un adhesivo recordatorio en la caja registradora con los pasos a seguir para cancelar una factura”.
Con el mismo significado, el adjetivo puede convertirse en sustantivo para nombrar a cualquier elemento que permite recordar. Un papel con una anotación o una nota digital en una computadora son recordatorios que sirven como mensaje para evitar que alguien (o uno mismo) olvide algo.
Los diferentes dispositivos de uso diario, tales como los ordenadores y los teléfonos móviles, ofrecen varias posibilidades para crear recordatorios. Dependiendo del sistema operativo y de las necesidades de cada usuario, existen aplicaciones que permiten hacer anotaciones que más tarde nos mostrará en el momento que le indiquemos, ya sea haciendo sonar una alarma o enviándonos un mensaje por correo electrónico, entre otras opciones.
A pesar de los esfuerzos de muchas compañías por desarrollar el programa perfecto para crear recordatorios, la mayoría de los usuarios de teléfonos móviles se apoyan en la típica aplicación de «alarma», que puede cumplir con este propósito además de hacer las veces de despertador. Gracias a la posibilidad de agregar una nota para dar nombre a cada alarma que configuramos, un software que fue pensado para evitar que nos quedemos dormidos puede también recordarnos, por ejemplo, que recojamos a alguien, que asistamos a una reunión o que paguemos el alquiler de nuestra vivienda.
Si no deseamos que una melodía acompañe el recordatorio, también existen aplicaciones que simplemente reproducen animaciones visuales o que activan la vibración del teléfono.
Por otro lado, también se encuentran los clásicos «post-it», que pueden usarse tanto en formato físico como digital, y que representan una forma más tradicional de recordatorio, ya que exige de todos modos un esfuerzo por parte del usuario, al menos la costumbre de revisar el sitio en el que suele pegarlos (o en el cual otra persona lo hace para él), para estar al tanto de los mensajes más recientes.
El post-it también se conoce con el nombre de pósit en nuestra lengua para facilitar la pronunciación, y es una marca registrada de la compañía multinacional 3M. Se trata de unas hojas pequeñas de papel que se venden en bloques y que poseen un resistente y duradero material autoadhesivo en uno de sus extremos que permite tomarlas y pegarlas donde deseemos, para tener los recordatorios siempre a la vista. Si bien se comercializan en varios tamaños, colores y formas, los más comunes son los amarillos, color que por lo general se asocia al recordatorio, ya sea físico o digital.
Tomemos el caso un hombre que, al llegar a su lugar de trabajo, se encuentra con muchas tareas pendientes. Para organizar su jornada, toma un papel y comienza a anotar todo lo que tiene que hacer. Durante el día, consulta varias veces este recordatorio y va tachando las tareas a medida que las lleva a cabo. De este modo se asegura de no olvidar nada de lo que debe realizar.
Recordatorio también es el nombre que reciben las estampas o tarjetas que se obsequian a quienes asisten a ciertas celebraciones o reuniones. Estas piezas, también conocidas como souvenirs, se entregan al finalizar una comunión, un bautismo o un casamiento, entre otros eventos.
La intención es que este recordatorio sirva para tener presente un acontecimiento importante en la vida de aquel que ofreció la celebración o que fue el protagonista del encuentro en cuestión.