Definición de recolección
Recolección procede del latín recollectum y hace referencia a la acción y efecto de recolectar (juntar cosas dispersas). Por ejemplo: “Nico, procede a la recolección de los juguetes antes de que regrese tu papá”, “En quince minutos inicio la recolección de los exámenes, así que vayan terminando”, “La recolección de residuos se realiza entre las 22 y las 5 horas”.
El término también puede utilizarse como sinónimo de cosecha, ya que ésta consiste en la recolección de frutos, semillas u hortalizas en el momento en que han alcanzado la madurez. En este sentido, la cosecha supone el final del ciclo de un fruto: “El patrón dice que mañana comenzaremos con la recolección de las frutillas”, “Mi prima viajó a Nueva Zelanda para trabajar en la recolección de kiwis”.
Si bien la recolección de frutos está considerada un trabajo duro y, por lo general, se asocia a imágenes lejanas de la esclavitud, en la actualidad representa una oportunidad laboral fácil de obtener para personas que disfrutan de viajar por distintas partes del mundo y no tienen los medios económicos para establecerse cómodamente en una ciudad; en algunos países, este tipo de trabajos pagan lo suficiente como para sostenerse con gastos mínimos y es una buena opción para no entablar lazos difíciles de romper con una compañía.
Una recolección también puede ser una recopilación, compendio o resumen. Se conoce como recolección de datos al proceso de obtención de información que luego se utilizará en una investigación: “El jefe me dejó a cargo de la recolección de datos a través de encuestas”, “Las fuertes lluvias están complicando la recolección de datos, por lo que es probable que el proyecto se demore unos días”.
La noción de recolección urbana se utiliza para nombrar a la tarea que realizan las personas que buscan bienes útiles en los contenedores de basura. Esta expresión está más vinculada a quien decide hurgar en la basura por curiosidad o como rebeldía (ya que la práctica es ilegal en muchos países), que a aquellos que lo hacen por necesidad (como un cartonero o un vagabundo).
Por diversos factores, entre los cuales no puede descontarse la fuerte recesión económica que ha tenido lugar a nivel mundial, cada vez más personas pierden su hogar y muchas se ven obligadas a revisar los contenedores de residuos en busca de alimento y artículos para vender, como ser cartón. La imagen de alguien recolectando frutas y restos de comida de la basura es muy impactante para quien no ha debido sufrir una pesadilla tal en su vida, y eso debería impulsar un movimiento de cambio.
Es muy fácil juzgar, pero el verdadero desafío consiste en ponernos en el lugar de esta gente que ha perdido todo, e intentar entender por qué han llegado a esta situación; en la actualidad es de conocimiento público que no importa la procedencia ni el grado de formación académica, ya que muchas veces quien más alto llega es quien cae en el pozo más profundo. Estamos acostumbrados a ver títulos universitarios colgados en las casas de taxistas y barrenderos, y esto no representa necesariamente una falta de talento.
La deficiente repartición de oportunidades y el innecesario atraso cultural que promueve la falta de información acerca de las nuevas profesiones y puestos de trabajo son grandes responsables de las malas decisiones de muchos que, ante la excesiva demanda del perfil que han escogido, no consiguen aprovechar aquello por lo que han estudiado durante tantos años. En muchos casos, la pérdida inesperada de un buen puesto en una empresa, por otro lado, se convierte en una desgracia al dificultar el pago de ciertas deudas imposibles de posponer, tales como las que se desprenden de las hipotecas inmobiliarias.