Definición de reclamo
Reclamar es oponerse a algo de palabra o por escrito, expresando una queja o disconformidad. La acción y efecto de reclamar se conoce como reclamación o reclamo. Por ejemplo: “Voy a elevar un reclamo a la gerencia ya que no estoy conforme con la atención que me brindaron”, “La empresa no acepta reclamos una vez que el cliente ha comprobado la calidad del producto”, “La operadora ha recibido miles de reclamos ante el aumento de tarifas”.
Cabe mencionar que el término reclamo es usual en América Latina, mientras que en España se prefiere la palabra reclamación. Esto se puede apreciar asimismo en el concepto de «hoja de reclamaciones», usado en España y equivalente al «cuaderno de quejas» argentino.
Este recurso, que algunas compañías ponen a disposición de sus clientes, les permite asentar sus reclamos. En otros casos, las vías para realizar un reclamo son el correo electrónico o la atención telefónica.
La posibilidad de efectuar un reclamo es un derecho de los consumidores, protegido por diversas leyes y normativas. Los clientes, usuarios o compradores pueden expresar su disconformidad cuando consideran que el producto o servicio recibido no cumple con sus expectativas debido a errores por parte de la empresa.
Lamentablemente, los consumidores no siempre hacen un uso justo de su derecho a reclamar; en los últimos años, los gastos que supuso el volumen de devoluciones de productos a las grandes cadenas internacionales de tiendas de ropa han sido de varios millones. El problema reside en que un porcentaje preocupante de los clientes no cumple con su parte del trato; en otras palabras, usa las prendas una o más veces y luego exige un reintegro.
Ante esta problemática, algunas compañías han comenzado a tomar medidas un tanto agresivas, pero seguramente más eficientes a la hora de detectar timos: simplemente, se entregan las prendas con una especie de «candado» plástico que una vez abierto se vuelve inutilizable; para poder exigir un reintegro, los clientes no deben intentar retirarlo. ¿Habrá gente capaz de lucir una camisa o unos pantalones con un antiestético broche de seguridad con tal de saciar su necesidad de estafar a una empresa?
Seguramente se inventarán dispositivos capaces de abrir dicho candado sin destruirlo, o bien se comenzarán a comercializar de forma ilegal para alentar los reclamos injustos. Como ocurre con el resto de los derechos, los seres humanos no lo sabemos aprovechar, buscamos la forma de abusarnos, de quebrantar las reglas, y solo conseguimos dificultar la vida en sociedad.
En otros rubros, los reclamos suelen estar relacionados con el trato recibido por alguno de los empleados de una empresa; tal es el caso de los bares y restaurantes. Es posible que un camarero sea descortés con el público y que merezca un llamado de atención para corregir sus modales; sin embargo, más que en otros ámbitos, los locales gastronómicos suelen ser el foco de una peculiar descarga de frustraciones por parte de los clientes, que maltratan injustamente a quienes los atienden, en un intento absurdo de sentirse poderosos.
Un mercado sin derecho a reclamar parece un concepto inaceptable, pero el abuso de poder por parte de los consumidores, junto con las numerosas estafas y los hurtos tampoco representa un ideal de industria. Resulta difícil encontrar un equilibrio entre ofrecer un buen servicio e impedir las injusticias por parte de los clientes, dado que estos últimos tienen lugar gracias a recibir un trato especial, simplemente porque así lo indica la tradición. El cliente siempre tiene la razón; pero, ¿a quién reclamar si se equivoca?
Reclamo, por otra parte, es un ave amaestrada que se utiliza durante la caza ya que, con su canto, atrae a otras de su especie. El concepto también se utiliza para nombrar al aparato que imita el sonido de las aves y que cumple con el mismo propósito (llamar a las aves durante la caza). El reclamo, por lo tanto, es un instrumento de ayuda al cazador.