Definición de realismo
El concepto de realismo permite identificar a la manera de contar, presentar, considerar o percibir lo que ocurre tal como sucede. A raíz de esto se puede decir que la postura realista tiene la particularidad de evitar exageraciones: sólo narra los acontecimientos concretos.
Por ejemplo: “Miremos la situación con realismo: el paciente está grave, pero estamos trabajando para salvarlo” es una frase que hace referencia al estado de salud de una persona. Si consideramos que dicha gravedad es comprobable, expresiones como “No tiene nada, en unos días vuelve a casa” (minimiza la gravedad) o “Ya está perdido, no se puede hacer nada” (exagera la realidad) no son realistas.
En el arte, el realismo es una corriente que apunta a imitar a la naturaleza.
Realismo en la filosofía y en el arte
Cabe resaltar que el realismo también identifica una doctrina filosófica que se caracteriza por resaltar la existencia objetiva de los conceptos de carácter universal. Desde la perspectiva de la filosofía moderna, el realismo constituye un saber basado en la idea de que los objetos que pueden percibirse a través de los sentidos poseen una existencia que resulta independiente respecto de ellos mismos.
En el campo del arte, se conoce como realismo a la estructura estética que busca surgir como una imitación fiel de la naturaleza. Puede hablarse de realismo pictórico (el cual pretende plasmar la realidad en cuadros) o realismo literario (cuyos textos intentan aportar un testimonio sobre una determinada época).
Honoré de Balzac fue uno de los impulsores del realismo literario.
El concepto en la literatura
El realismo literario tuvo su origen en la primera mitad del siglo XIX y sus precursores fueron Honoré de Balzac y Stendhal. Se trató de una corriente estética que se impuso ante el imperante romanticismo de la época. Oponiéndose no sólo en cuestiones ideológicas sino también en lo estructural, provocando un rotundo quiebre entre las letras del siglo XIX.
Una de las características fundamentales de esta corriente es que, a diferencia del romanticismo, centró su atención en la sociedad y no el el individuo. Los autores comenzaron a describir de forma específica cómo era el pueblo y pintaron objetivamente los problemas sociales que acontecían; así surgió la que se llamaría novela burguesa. Esta nueva inclinación no sólo se vio reflejada en las descripciones escénicas sino también en la interacción de los personajes, para los cuales se buscó una expresividad más coloquial. Se les hizo adoptar la forma de lenguaje adecuada para cada uno de ellos, teniendo en cuenta su estrato social, su educación y demás cuestiones que pueden indicar cómo debe comunicarse un individuo.
Otros aspectos a resaltar de este movimiento son el uso de:
* La descripción minuciosa: con un especial interés en las enumeraciones;
* Los párrafos extensos: con predominio de la subordinación;
* La reproducción del habla popular: sin ningún tipo de decoraciones o idealizaciones;
* Un narrador objetivo: donde la figura del escritor fuera imperceptible, como si los hechos que contara no lo implicaran de ninguna forma.
Autores destacados del realismo literario
Entre los autores más destacados puede mencionarse a Miguel de Cervantes Saavedra, Benito Perez Galdós, Charles Dickens y Gustave Flaubert. También podría incluirse en la lista a Fedor Dostoyevski, aunque algunos prefieren ubicarlo dentro del existencialismo, dado su inmenso interés por temas como la psicología humana y las preguntas filosóficas relacionadas con el sentido de la vida.
Existe por último una variante del realismo en la literatura, que se conoce como realismo mágico. Se trata de un movimiento de carácter literario que surgió en Latinoamérica a mitad del siglo XX y que se caracteriza por introducir elementos fantásticos en medio de una narrativa realista. El novelista colombiano Gabriel García Márquez es uno de los principales exponentes de esta corriente literaria.
A favor de la monarquía
Además, el concepto también se utiliza para denominar aquella opinión, comentario, pensamiento o doctrina que favorece a la monarquía.
En este sentido podemos encontrar expresiones como la siguiente: “En la época colonial, las fuerzas del realismo se enfrentaban en sangrientas batallas frente a los movimientos independentistas de América Latina”.