Definición de readaptación
Adaptación es el acto y el resultado de adaptarse o adaptar: ajustar una cosa a algo. La readaptación, por lo tanto, implica volver a acomodarse o adecuarse.
Muchas veces se habla de la readaptación social para aludir al proceso que deben llevar adelante las personas que, por haber cometido algún delito, fueron apartadas de la comunidad y recluidas en una prisión. Esta readaptación supone dotar a estos individuos de los valores y los conocimientos necesarios para integrarse nuevamente a la sociedad.
En Argentina, por ejemplo, existe la Dirección Nacional de Readaptación Social. Su finalidad es lograr que quienes salen de una cárcel federal respeten y comprendan las normas y las leyes para que puedan convivir de manera armoniosa y pacífica con el resto de las personas.
Este organismo orientado a favorecer la readaptación social trabaja mediante intervenciones en las unidades penitenciarias y el seguimiento de los liberados. Cuando la readaptación a la vida en sociedad es exitosa, se reducen los riesgos de reincidencia en el delito.
Existe una clara diferencia entre reinserción y readaptación en este marco: mientras que el primero es un proceso que pretende devolver al individuo a la vida en libertad, el segundo lo «cambia» antes de liberarlo. La reinserción sirve para que el sujeto pueda volver a vivir en la sociedad con normalidad, con un trabajo y con el respeto de los demás, sin cargar con el estigma de haber estado en la cárcel; si bien también incluye una concienciación de sus errores, se diferencia de la readaptación en que esta última lo trata como a un enfermo que debe sanar antes de salir de prisión.
Esto despierta numerosos debates entre los expertos en cuestiones jurídicas, en particular porque toca de cerca los derechos de las personas. De todos modos, es importante resaltar que esta diferencia no siempre se puede apreciar con tanta nitidez, porque en cada país estos términos pueden adquirir matices distintos, al punto de referirse a procesos prácticamente equivalentes.
La readaptación funcional, en tanto, se lleva a cabo para la recuperación de las funciones motoras de un sujeto luego de una lesión. Si el lesionado es un deportista, se suele hacer referencia a una readaptación deportiva: la posibilidad de reparar las capacidades para retomar el entrenamiento y competir.
A nivel general, una readaptación física apunta a que alguien tenga otra vez las mismas posibilidades de desplazamiento y de acción que disponía previamente a una lesión. La noción de rehabilitación suele enfocarse en el daño de la estructura y en la recuperación de la región afectada, mientras que la idea de readaptación se asocia a la funcionalidad de la persona y todos los aspectos de su día a día, ya sea que practique un deporte o no.
A grandes rasgos, se pueden distinguir los siguientes dos objetivos: el trabajo cualitativo y el capacitivo. El primero se enfoca en la mejora de los patrones de movimiento en general y en los específicos de las actividades que realice la persona, ya sean deportes o incluso sus funciones motoras básicas. En pocas palabras, busca reparar su cuerpo para devolverle el estado que tenía antes de la lesión, devolverle su calidad de vida.
El otro, como su nombre lo indica, apunta a potenciar las capacidades de la persona, tanto las deportivas como las físicas en general. No debemos olvidar que la readaptación funcional no se centra únicamente en que el paciente vuelva a estar como antes, sino que pretende mejorar el funcionamiento de su cuerpo, para que luego del tratamiento sea más fuerte y esté mejor preparado para reducir al mínimo las probabilidades de sufrir una lesión similar.