Definición de psicodrama
El austriaco Sigmund Freud fue el creador del psicoanálisis, una metodología desarrollada para estudiar y tratar los trastornos de la mente. Esta doctrina ubica en el inconsciente los motivos que producen los problemas psíquicos: esas causas, por lo tanto, no son accesibles para la persona, pero sí pueden ser detectadas por un psicoanalista a través de una terapia.
Se conoce como psicodrama a la técnica del psicoanálisis que consiste en hacer que los pacientes representen escenas dramáticas vinculadas a sus trastornos mentales. Lo habitual es que estas representaciones se desarrollen como parte de una terapia grupal, aunque también hay quienes aplican el psicodrama en terapias individuales.
Numerosos son los profesionales que apuestan totalmente por el psicodrama a la hora de tratar a ciertos pacientes. Y es que consideran que trae consigo un importante número de ventajas, tales como estas:
-Consigue que, al dramatizar y escenificar situaciones concretas, el experto no sólo reciba información de las palabras del paciente sino también de sus gestos, de su actitud corporal…
-Es relevante también el hecho de que este método no sólo sirve para conocer el presente de la persona en cuestión sino también su pasado e incluso, en ciertos matices, su futuro.
-Permite percibir la relación que el paciente mantiene con distintas personas de su familia y entorno en general.
-Da la oportunidad de conocer las emociones y sentimientos de quien “escenifica”.
-En ocasiones, representar un hecho concreto ayuda a que el paciente se “desmorone” y pueda mostrar, en palabras o en gestos, todo lo que hasta el momento había mantenido oculto.
La depresión, la ansiedad, el estrés e incluso ciertas fobias pueden tratarse mediante el psicodrama, que se puede desarrollar a través de diversos métodos. En concreto, entre las técnicas más habituales están el monólogo, el juego de roles, la técnica del espejo, los cambios de roles o incluso la proyección al futuro.
Los problemas de autoestima, la superación de duelos ante la pérdida de un ser querido, la llamada fobia social o los trastornos de tipo obsesivo compulsivos también se pueden tratar mediante esas representaciones, que se suelen llevar a cabo dos veces a la semana.
Jacob Levy Moreno (1898–1974), un psiquiatra nacido en Rumania, criado en Austria y radicado en Estados Unidos, es señalado como el padre del psicodrama. A través del psicodrama, Moreno sostiene que se pasa de la actuación verbal a la acción, logrando que el paciente no esté aislado sino que se tratado dentro de un grupo.
Lo que permite la psicoterapia es que el tratamiento sea desarrollado a partir de la intervención de varios actores terapéuticos. El paciente ya no se limita a hablar de sus problemas: también los representa en un escenario. Esto permite explorar diversos aspectos del conflicto patológico que, de otra forma, no aflorarían.
Los psicoanalistas que promueven el psicodrama sostienen que la técnica permite que la persona comprenda sus emociones con mayor profundidad y que ensaye diferentes respuestas ante el problema. De este modo puede desarrollar un aprendizaje que le posibilite asumir un rol diferente.