Definición de pseudomonas
Las bacterias (microorganismos formados por una única célula) que tienen aspecto de bastón reciben el nombre de bacilos. Dentro de este amplio grupo, existen diversas clasificaciones de acuerdo a las características de cada organismo.
Los pseudomonas constituyen un género específico de los bacilos, formado por bacterias oxidasa positivas (es decir, que producen esta enzima) y Gram negativas (ya que no adquieren una tonalidad azulada cuando se les aplica la coloración de Gram).
Para reconocer a los pseudomonas, los biólogos prestan atención a una serie de particularidades que, para aquellos que no son expertos en la materia, resultan muy difíciles de comprender. Debido a que exhiben metabolismos muy variados, existen pseudomonas diferentes entre sí, una condición que complica aún más su descripción.
Estos bacilos, que pueden desplazarse a través del uso de flagelos, no producen esporas (células reproductoras que se caracterizan por su resistencia y la facilidad de dispersión en distintos ambientes).
Una de las características más sobresalientes de los pseudomonas es que pueden cultivarse in vitro con relativa facilidad, algo que convierte a estas bacterias en un organismo de gran interés para los científicos, ya que las pueden emplear en diversos trabajos investigativos.
Cabe destacar que hay pseudomonas que son patógenos humanos, como el Pseudomonas aeruginosa (que puede atacar a personas que han desarrollado el síndrome de inmunodeficiencia adquirida –SIDA– o que sufren fibrosis quística).
También existen pseudomonas que afectan a diversos animales e incluso a plantas. Pseudomonas syringae, por citar un caso, es un bacilo de esta clase que es patógeno de ciertas especies de flora.
Los pseudomonas tienen una gran resistencia si se encuentran en ambientes de mucha humedad y son capaces de producir infecciones en los huesos, la sangre, los pulmones, los ojos, las orejas, el tracto urinario y las válvulas del corazón. Por lo general, se trata de problemas leves, aunque cuando el sistema inmune se encuentra comprometido, las consecuencias pueden ser letales. Las personas diabéticas, por ejemplo, poseen un riesgo especialmente alto.
Con respecto al tratamiento contra las infecciones por pseudomonas, una de las opciones es la utilización de antibióticos; destaca por su eficacia la aplicación mediante inyecciones de tobramicina o gentamicina, entre otros aminoglucósidos, en dosis de 5 mg al día. Otros antibióticos que ofrecen buenos resultados son los siguientes: piperacilina, azlocilina, amikacina, ticarcilina, mezlocilina y carbenicilina. Los médicos escogen el que más se adecue a los patrones locales de resistencia.
Cuando la infección por pseudomonas ataca el oído, se suele recomendar la aplicación de gotas de antibióticos tópicos y ácido acético para una rápida mejora; la excepción es la foliculitis de la tina, que generalmente no requiere ningún tipo de tratamiento. Para los problemas en los ojos, también se usan gotas, esta vez con concentraciones altas de antibióticos; en algunos casos, el medicamento se inyecta en el globo ocular directamente.
Estas infecciones también pueden afectar los dedos del pie, y para combatirlas es necesario comenzar con ácido acético o nitrato de plata y continuar hasta notar que desaparezcan por completo. También resulta eficaz el uso de la sulfadiazina de plata y la mafenida.
Para prevenir las infecciones por pseudomonas existen diversos consejos. A nivel general, se recomienda llevar una vida sana según los estándares que promueven los sistemas sanitarios. Por otro lado, también es acertado evitar el contacto con animales que presenten una infección por bacterias burkholderia pseudomallei o burkholderia mallei. Además, cabe mencionar que los hidromasajes públicos y los spa pueden ser un foco de foliculitis, por lo cual es necesario sólo acudir a centros de confianza y, si las instalaciones son particulares, drenar las bañeras cada mes y limpiar su superficie con una solución ácida.