Definición de flagelo
Del latín flagellum, flagelo es un instrumento que se utiliza para azotar. El flagelo puede ser un azote, un látigo o una fusta que, al ser golpeado violentamente contra alguien, le causa dolor y lesiones. Una persona puede ser flagelada como castigo o en medio de una práctica sexual sado-masoquista, aunque también puede autoflagelarse si decide imponerse una penitencia.
Por extensión, se conoce como flagelo a una calamidad, una aflicción o una tragedia. Por ejemplo: “La droga es un flagelo que golpea a todas las comunidades”, “El flagelo de la delincuencia no nos deja vivir en paz”, “La depresión es un flagelo del que no puedo librarme”.
La noción de flagelo también se utiliza para nombrar al embate repetido del agua (es decir, el oleaje). Este fenómeno se provoca por la acción del viento que ejerce una fricción sobre la superficie del agua.
En el ámbito de la biología, el flagelo es el orgánulo filiforme con forma de látigo que se encuentra en diversos organismos unicelulares y en ciertas células de organismos pluricelulares. Este flagelo permite realizar diversos movimientos y cumplir con diferentes funciones según el organismo. Los espermatozoides, por ejemplo, cuentan con un flagelo que les permite desplazarse.
Los flagelos pueden ser eucarióticos, bacterianos o arqueanos. Los flagelos eucarióticos son una proyección celular que permite generar un movimiento helicoidal. Los flagelos bacterianos, por su parte, constituyen un mecanismo complejo en el que el filamento rota a manera de hélice. Los flagelos arqueanos, por último, son parecidos a los bacterianos aunque se diferencian por múltiples detalles.
Flagelo bacteriano
Es un extenso apéndice filamentoso extracelular, helicoidal, y es el responsable de que la mayoría de las bacterias móviles puedan desplazarse en medios líquidos. Con respecto a su disposición, ésta puede ser lateral (Peritrico) o polar (Lofotrico, Monotrico o Anfitrico).
Los siguientes elementos hacen a la estructura del flagelo bacteriano:
* filamento: es la parte que se puede ver con un microscopio óptico y se forma a partir de unidades más pequeñas de flagelina, que componen una rígida hélice. Es el antígeno flagelar (H), que caracteriza a cada cepa y a cada especie. Su trabajo no es mecánico, ya que el filamento equivale a la hélice de una nave, sino que el movimiento está a cargo del corpúsculo basal;
* codo o gancho: parte curvada cuyo fin es articular el filamento y el corpúsculo basal. Lo componen subunidades ensambladas de una proteína;
* corpúsculo basal: se trata del motor del flagelo y se encuentra en la membrana y la pared, para anclarlo al cuerpo celular. Su aspecto es el de una serie de anillos que atraviesa un cilindro central proteico.
En las bacterias Gram negativas (aquellas que no se tornan azul oscuro o violeta a través de la tinción de Gram), el corpúsculo basal presenta dos pares de anillos: uno interior (S y M), y uno exterior (L y P). Hay un quinto anillo que se encuentra debajo de M, y se denomina C; lo forman las proteínas FliG, FliM y FliN. Alrededor del corpúsculo hay subunidades de MotA y MotB, dos proteínas integrales de membrana.
En las bacterias Gram positivas (las que sí se tiñen de azul oscuro o violeta a través de la tinción de Gram), el corpúsculo basal tiene una estructura menos compleja: un cilindro en el centro y tan solo dos anillos (M y S). El anillo S puede estar conectado con el peptidoglucano, análogo al P de las Gram negativas.
Con respecto al movimiento del flagelo bacteriano, es aleatorio y consiste de fragmentos de pocos segundos en una dirección, hasta girar a través de cabeceos y emprender la natación en una nueva dirección.