Definición de proveer

Proveer es una noción que tiene su origen etimológico en el vocablo latino providere. Se trata de un verbo que, por lo general, se refiere a abastecer, proporcionar o conceder aquello que se necesita para algo.

Por ejemplo: “La municipalidad se comprometió a proveer alojamiento a los estudiantes invitados al evento”, “Vamos a proveer alimentos y agua potable a las víctimas del terremoto”, “Tenemos que definir quién nos va a proveer la ropa térmica para la travesía”.

Existen compañías y personas que se dedican a proveer diversos productos o materias primas a empresas que los necesitan para desarrollar su actividad. A quienes proveen los insumos se los conoce como proveedores.

Tomemos el caso de un restaurante. Entre sus proveedores, se encuentran una verdulería (que se encarga de proveer las verduras y las frutas que se utilizan para preparar los platos), una distribuidora de gaseosas o refrescos, una bodega y una carnicería. Gracias al trabajo de estos proveedores, el restaurante cuenta con aquello que necesita para poder funcionar.

Es importante tener en cuenta que proveer no siempre se vincula a suministrar algo físico. Puede decirse, por citar una posibilidad, que un protocolo de comunicación se encarga de proveer a los componentes de una red aquella información que necesitan para comunicarse entre sí. Esta información no es material o concreta, sino que se constituye de manera digital.

En algunos casos, por lo tanto, se proveen objetos físicos y datos no materiales de manera simultánea. Si un viajero ingresa a una oficina de turismo en búsqueda de asistencia, en este lugar pueden proveerle folletos y mapas, pero también consejos sobre qué paseos realizar.

Otro contexto en el cual se utiliza mucho este verbo sin una connotación material es la relación entre los adultos y los niños de la sociedad, cuando se habla de la responsabilidad de los primeros de proveer a los últimos de las herramientas necesarias para su correcto y sano desarrollo. Uno de los compromisos básicos durante la crianza es brindar a los más pequeños la oportunidad de estudiar, ya que la formación es la llave que más puertas abre en este mundo.

La educación que debemos proveer a los niños no siempre requiere una inversión monetaria, y por eso no debe considerarse algo privativo de una clase social en particular; los buenos ejemplos, como ser la compasión, el respeto por los demás y por uno mismo, la lealtad y el sentido de responsabilidad son todas lecciones que deberían darse más a menudo y que se aprenden mejor en la intimidad de un grupo familiar que en la rigidez del sistema educativo.

Los errores de ortografía y gramática, además de las concepciones erróneas con respecto a la semántica, son una parte esencial del uso del lenguaje que, a pesar de las complicaciones que acarrean en la comunicación, sirven también para ayudar a moldear el idioma ya que revelan las necesidades y las tendencias de sus hablantes. Un claro ejemplo de uso incorrecto de la lengua se encuentra en la confusión que existe entre las palabras «proveer» y «prever»; muchas personas escriben y pronuncian esta última con dos e después de la v, pasando por alto su relación con el verbo «ver».

Como es de esperarse, la duplicación de la última e trae consigo una serie de errores en la conjugación. Sobra decir que esto no puede ocurrir si se aprenden ambos verbos correctamente desde el principio, ya que sus formas son considerablemente diferentes. Para comprobarlo, basta con comparar algunas de las conjugaciones: «proveyó» y «previó», en la tercera persona singular del Pretérito perfecto simple del Indicativo; «proveyéramos» y «previéramos», en la primera persona plural del Pretérito imperfecto del Subjuntivo.

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